Segunda Oportunidad para el Amor || Sehun

Capítulo 27

Continúa Sehun POV.

¿En verdad estaba bien lo que iba hacer? Me cuestione a mí mismo. Era necesario tomar una profunda respiración, y mentalmente estar tranquilo. Di una última mirada a Arang quien aún seguía dormida, y tome las llaves de mi auto del buro al lado de mi cama. Y haciendo el menor ruido posible, me encamine fuera de la casa.

Mis manos se empuñaron en el volante una vez estuve dentro del auto. Mi teléfono vibro de nuevo por tercera ocasión esa hora.

—Ya voy para allá mamá, no desesperes. —le respondí a mi madre, desesperada por estar ya cuanto antes en el hospital. Encendí el auto, y tomando una profunda respiración emprendí camino. Fuera como fuera, no estaba dispuesto a dar marcha atrás.

Si bien ansiaba encontrarme y conocer a Kim Jongin tan pronto como me fuera posible, nunca paso por mi cabeza que el tipo se me pondría en bandeja de plata.

Una vez llegamos al hospital, mi madre se detuvo abruptamente cuando llegamos a la sala de espera del área intensiva donde habían llevado a mi hermana. Pues aparte de mi padre y el traidor de Junmyeon, había otro tipo con la característica bata del hospital, apenas manteniéndose en pie apoyado del porta sueros que llevaba con él. Mi padre calló cuando se percataron de nuestra presencia, interrumpiendo su conversación. El tipo de la bata, volteo a vernos.

— ¡¿Jongin?! —susurro mi madre, mis ojos se agrandaron al escuchar el nombre, mis manos se hicieron puños a mis costados, y mi madre una vez salió de su estupor arremetió contra él, sin importarle que el tipo estuviera convaleciente le soltó una bofetada. Que hizo que el imbécil perdiera el equilibrio y Junmyeon lo sostuviera del brazo.

—MiYoung, tranquilízate por favor. Puedes lastimar al joven —mi padre sostuvo a mi madre por los brazos. Sin embargo, mi madre no se detuvo al parecer de lo que tenía que decir.

— ¿Cómo te atreviste a seguir frecuentando a mi hija, cuando te pedí que no lo hicieras?

—Señora... —intento hablar el tipo. Sin embargo, Suho una vez más tuvo que intervenir convenciendo al imbécil de Jongin de regresar a su habitación. En tanto mi padre trataba de convencer a mi madre, de que guardara un poco la cordura.

Me olvide de mis padres, y fui detrás de Suho y de él. Los seguí hasta que los vi adentrarse en una de las habitaciones en el ala de observaciones. Mi mano empuño el picaporte de la puerta, y visualizando un poco por la ventanilla, vi a Suho manotear y llevar las manos a su cabeza un par de veces.

No lo pensé tanto y entre. Suho abrió los ojos al verme dentro de la minúscula habitación.

—Sehun. —dejo escapar mi nombre. Pero recompuso su postura —. ¿Qué haces aquí?

—Sal de aquí. Necesito hablar con él. —lo señale, sorprendiendo a Jongin. Suho boqueo, pero no dudo en dejarnos a solas. Jactándole con la mirada que después hablaría con él.

— ¿Quién eres y porque necesitas hablar conmigo? —pregunto el imbécil, enderezándose un poco en la camilla, haciendo muecas. Mis músculos se tensaron, al oírlo hablar.

—Soy el hermano de Maya. Oh Sehun.

—Si vienes a reclamar por tu hermana, déjame... espera ¡¿Sehun?! —sus ojos se abren, y su mandíbula se tensa cuando pronuncia mi nombre. —Tu nombre es un poco común...

— ¿Común, porque?

—Antes escuche ese nombre, de labios de otra persona.

—Arang Ahn.