El mar

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Bailo con las olas
aunque no sigo el compás.

Dirijo la orquesta
de un ejército de gaviotas.

En la costa me hallo
doblegado ante su inercia.

La poderosa tempestad
azota mi cara.

Un chapuzón de realidad
con los anteojos de la verdad
de un agua cristalina
con las algas más puras
del mar más fraudulento de todos.

Vísceras y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora