El paso del tiempo

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Piadosos pasos
para caminos no trazados.

El envejecer de los mustios jardines,
rústicos árboles vestidos de arlequines.

Cuando sople el viento a viva voz
y las grises nubes no recuerden su nombre,
comparte este corazón delator
viajante de travesías que se esconden.

En el escote de la vida
y con la mirada perdida,
cosecha versos de mentira
para vivirlos por el día.

Crecen las hiedras
en mi polvoriento campo,
ocultan bajo la tierra
mis raíces de antaño.

El musgo acecha las aceras de este paisano
con cartas en la guantera de sentimientos olvidados.

Efímera y blanca como la nieve que se derrite bajo el sol,
tiñes parsimoniosa la atmósfera de tus dientes de león.

Gorrión busca su nido,
pero Gorrión no recuerda de dónde vino.

Mi amor, entiérrame para recordar
que sigo estando solo en tan ancho mar.

Vísceras y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora