Cicatrices

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De la intensa mirada
del niño que anhela,
inocentes manos que emanan
el cariño que lleva.

Frondosa la calma
y la rabia que quema,
por fuera, bonita cara,
pero por dentro, ¿cómo quieres que te quiera?

Llano abrupto en la antesala
y cimientos en grietas,
porque la palabra calla
no cierra una herida abierta.

Ay, mi Luna que reparas
lo que el corazón no sella,
casi todas las noches en mi almohada
es la última pena...

Vísceras y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora