Acto 1: No Hay Retorno. (Editado)

251 39 14
                                    

Kaleb

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Kaleb.
1991.

—Ya llegó nuestro transporte, vamos. —Abrí la puerta y miré a Alice incitándola a pasar.

Ella se encontraba confundida, no está convencida de lo que haremos, la verdad es que tal vez sea un error.

Error o no, la inacción nos puede hacer correr más peligro. No podemos acostumbrarnos a huir, a la incertidumbre y al acecho de nuestros enemigos.

Hoy dejaríamos atrás algo más que nuestros dones: Dejaríamos lo último de nuestra vida pasada, para lograr ser humanos.

No estoy seguro de esto. Hace milenios soy lo que soy, hago lo que hago, no puedo imaginar sacrificar tal poder por tener una vida diferente. Yo... Yo ni siquiera sé vivir como los mortales, mucho menos crear vínculos como ellos, ni una familia.

Caminamos por amplios jardines adornados de fuentes de agua, la mansión quedaba cada vez más lejos de nosotros a medida que avanzamos al portón.

¿Sería posible que después de todo pudiese cuidar mi jardín yo mismo? ¿Realmente es un intercambio justo? Un poder ancestral a cambio de una nueva vida... Pero ¿cómo se valora una vida normal?

Pasamos al lado de Sr. Briggs en su puesto, quien se levantó de su silla, afirmó con la cabeza y quitó su kepi azul despidiéndose.

Este cambio me va a golpear y fuerte. Construir una vida que no sé cómo construir. ¿Y si esto no me da la felicidad que deseo?

Adelante de nosotros esperaba un Aston Martín, el conductor esperaba mientras botaba algo por su ventana.

Son pocos los rayos del sol que son opacados por un cielo nublado y el día está igual de confuso que nosotros; El viento de la mañana es frío y huele a miedo en el aire, pero ¿Cuándo no? Nosotros, los desterrados, siempre olemos miedo.

Recuerdo zurcar los cielos como una experiencia lejana, como un recuerdo de una época lejana, pero toda mi vida se siente como una época lejana. Tantos años de conquista donde controlé el miedo y ahora no sabía cómo apaciguar mi propia mente.

La vida no tendría sentido sin la muerte y eso buscamos, una muerte y un motivo para vivir. Eso debe ser suficiente para ser feliz, un motivo. ¿Pero hay realmente felicidad en la muerte? ¿Qué ángel ha sido tan valiente para enfrentar una muerte antes? Solo somos almas que migran de cuerpo a cuerpo la morir, sin la capacidad de sentir miedo real a la muerte, reciclados una y otra vez.

El auto se puso en marcha dejando atrás nuestro hogar. Tomé la mano de Alice que reposaba en el asiento mientras veía el paisaje pasar rápido.

Mi mente hacia imágenes en donde rompía la puerta y volabamos de la mano fuera de esta situación, como la primera vez. Si esto es así, siempre he estado escapando disfrazándolo de valentía.

Ángel Oscuro| Hijos Del Cielo IWhere stories live. Discover now