"... Atada ella, entre sus piernas, había un trozo de pastel y un cuchillo ensangrentado, el resto del pastel estaba en la cama junto a unas fotos de su sufrimiento..."
Naces en cuna de oro, creces con todo desarrollando trastornos y cuando llegas...
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~Danilo~
"Cuando el reloj esté en las doce, no lo olvides, el reloj, en las doce. "
¡Joder sí, se acabó, ya se acaba todo! Sólo un poco, un poco más. —Apreté los puños. —Sólo un poco más y estamos fuera.
Quería llorar, quería sonreír y saltar, no recuerdo hace cuanto no lo hago de felicidad, eso no existe aquí.
Pero Dafi, por mi Dafi, mi muñequita conocerá el mundo.
Caminaba apresurado sobre el camino fangoso, dejé atrás al informante y un compañero.
Confío que ésto se dará, con el corazón en la mano. Dios, no permitas que ésto se arruine.
Ha sido un día largo, sólo espero llegar a descansar, comer algo, pensar en el viejo mueble, el que está lleno de polvo, muchos de mis muebles no se usan hace tiempo.
Es increíble cuán bien se siente cuando algo sale bien, por Dios que sí.
Es muy raro decir que algo va bien aquí, desde que llegué hace seis años todo es depravación, muerte y putrefacción tanto de acciones como de pensamientos.
Pero aún así, Dafne cambiaba eso por algunas horas al día que me eran más que suficientes.
La lluvia empezaba a bañar todo el pueblo, los caminos llenos de lodo tendían a volverse charcos de lodo.
Aún con esos charcos, en el suelo se podían ver huellas, bien marcadas, sólo ciertos caballeros tienen corazas suficientemente pesadas para marcar sus huellas, sólo ellos tienen ese problema.
La puerta de la vieja choza estaba entreabierta y las velas apagadas, lo cual no presagiaba nada bueno
Corrí tan rápido como pude, como si de la muerte se tratara. No estaba en buenas condiciones después de la cacería de hoy.
Las conclusiones llegaban a mi cabeza, pero todavía no, no es el tiempo de hacerse malas ideas. Mantén la cabeza en alto Dani.
No me atreví a abrir la puerta demasiado rápido, el chirrido de ésta pondría a quien sea en sobreaviso y hasta mi hija podría repartirme un golpe si se asusta.
Nada se movía en la oscuridad, la casa se iluminaba sólo con los rayos del exterior, la lluvia jamás era normal aquí.
Todo controlado, aquí hasta si amanece lo controla Nurray y su Orden, la lluvia suele derivar en acontecimientos malos, como una purga o un golpe.
—¿Dafi? —Susurré y avancé lentamente. —Dafi, hormiga ¿Dónde estás?
Dafi debe estar aquí, esa pequeña hormiga no se la pueden haber llevado pues ella sabe defenderse sola desde que tiene conciencia.
A decir verdad, no me queda claro a dónde aprendió a cazar o asesinar cosas y mucho menos cuando perdió su inocencia.
