Ámame♕Jimsu

20♕

Había despertado en una cama. Una hermosa cama, la cama mas cómoda que podía existir, claro, si no fuera por que Park Jimin lo estaba acurrucando en sus brazos ni lo ubiera imaginado.

La habitación estaba demasiado iluminada, así que para que su sueño de belleza no se estrope, se metió en el cuello de Jimin. Hay ningún rayo solar podrá encontrarlo.

Se abrazo mas al cuerpo dormido de su futuro esposo, con una sonrisa poco común en el. Comenzó a darle besitos en el cuello a su pelinegro favorito. Esto claramente despertó al antes mencionado, así que lo estrecho mas a el - si eso se pudiera - tomándolo suavemente de las caderas entrelazando sus piernas causándole una risita a Yoongi.

Lo observo fijamente con su rostro un poco alzado por la posición en la que
se encontraba. Mientras el pelinegro lo mira con ojos inocentes, este hombrecito ponía mucho a Jimin.

Observo sus finas facciones detalladamente. Sus ojos gatunos, su piel pálida, sus frailes labios, su hermoso cabello negro que lo hacia lucir sumamente hermoso y puro. Con una cara inocente, algo nuevo para Jimin ver en su amado.

- Buenos días amor - lo miro fijamente para después buscar su mano entre las sabanas que cubrían su desnudes, para plantar un amoroso beso en ella.

- E-excelente en realidad~ - Jimin comenzó a besar toda la extensión de su brazo hasta llegar a su mejilla y besarla con cariño para después separarse quedando centímetros de su rostro.

- ¿Porque lo dices bebe? - en ningún momento quito su vista de el.

- Eso me encanto~ - soltó sin mas, asiendo que sus ojos comenzaran a parecerse a una estrella, una muy fina, que brillase todo el tiempo iluminando la vida de Jimin.

Jimin sonrió nervioso mordiendo su labio y bajando la mirada.

- ¿A que te refieres? - sabia perfectamente a lo que Yoongi se refería, tan solo quería molestarlo.

- Tu sabes - hizo una pausa para tomar las caderas del otro pelinegro y subirlo encima de el. Una increíble vista para Jimin - Hacer el amor~ - susurro muy cerca del rostro de su futuro esposo. Jamas dejaría de recalcarlo.

Jimin volvió a sonreír con un Yoongi acompañándolo. Bajando la cabeza poco a poco para rozar sus labios con los de su amado en un tierno beso.

Yoongi mando totalmente a la mierda su plan de "ser el peor comprometido del mundo". Sabia que ese hombre llamado Park Jimin lo hacia sentir cosas muy fuertes. Haciendo que su corazoncito saltase de emoción cada vez que lo miraba, cada vez que lo tocaba, cada vez que lo besara, y ahora, cada vez que hicieran el amor.

Después de su sesión de besos se bañaron juntos para vestirse e ir a comer al comedor real con su padre, ya hacia mucho que no lo hacían.

Mientras se dirigían a dicho lugar tomados de la mano, el pelinegro paro a Jimin en el gran pasillo de piedra.