Hace medio año desde que Luz descubrió que tiene poderes de Medium. Su Don crece cada día, pero ser Medium no garantiza que su vida en la secundaria fuese mejor, ni más simple.
Luciana Lipovesky es una alumna de tercero, que es atacada por una ley...
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Valeria se arremolinó alrededor de su amiga quien si tenía su reflejo en el espejo y la miró con una preocupación tan humana que uno pensaría imposible para alguien que lleva muerto dos largos años. Luz sabía leer las emociones que las entidades espectrales, como se refería a ellas, ahora ya que no sólo eran simples "fantasmas" y nada más, ostentaban en su entidad. Había un subtipo variado de entidades y ella lo estaba aprendiendo de a poco mientras ellos se manifestaban con la energía que canalizaba de su ojo izquierdo que se volvía negro.
— ¿Qué ocurre ahora? — preguntó con fastidio en voz alta. Cómo lo hacía cuando estaban a solas y podían conversar con su amiga como cuando antaño era una persona de carne y hueso. Valeria era el único fantasma al que le permitía manifestarse todo el tiempo que ella quisiera, aunque eso era un tanto desgastante.
—Temo que si te perdés esta oportunidad toda tu vida será gris y aburrida y te vas a convertir en una médium con diez o doce gatos hablando sola conmigo por el resto de tu vida... y no quiero eso. — Manifestó mentalmente su espectral amiga.
—No me gustan las fiestas de cumpleaños y punto. — La joven volvió a fijar su mirada en la computadora mientras intentaba escribir la monografía sobre la historia de las inmigraciones argentinas del siglo XX para Historia social Argentina, que era el terror que ahora la desvelaba. Lejos habían quedado sus trasnochadas adolescentes con The path y las pesadillas aterradoras que no le permitían conciliar el sueño, casi seis meses habían transcurrido desde esas aventuras nefastas. Mientras tanto, pese a que su poder evolucionaba y requería entrenamiento, el instituto también le demandaba y todavía quedaba año y medio para terminar... y después la universidad.
Su mente divagó a un meme gracioso que había leído esa mañana y que decía:"ir a la universidad es como andar en bicicleta... y luego el camino está ardiendo y la bicicleta también porque estas en el infierno." ¿Acaso el infierno bíblico tendría un lugar geográfico real? Se preguntó la muchacha continuando con la asociación libre de palabras. Después de todo ella si conocía a un demonio real... Mondrake era su nombre y se había convertido en su mentor desde que Allan la había largado en la estacada y se había desvanecido en el aire dejando un halo sobrenatural detrás de si.
Allan. Hacia un tiempo que no pensaba en el desgraciado. Cierta preocupación mezclada con una furia interna asomó a la superficie y Valeria lo leyó en sus pensamientos. Aún no se acostumbraba a que su amiga pudiera hacer eso y era molesto.
—Estoy segura de que va a aparecer y tendrá una buena historia al respecto. No pienses siquiera en esa alternativa. Mi Allan no es ningún improvisado y lo último que supimos es que estaba junto a Diana en algún lugar del Caribe.
—Su padre fue trasladado al poco tiempo de los hechos con The path ¿No te parece sospechoso al menos? No quiero decir que esté... muerto—cerró los ojos en señal de pena y los volvió a abrir— pero quizás se metió con las personas equivocadas. Vos sabes cómo es Allan. Extraño sus "Sweeties"... ¡hay dios no pensé que jamás diría esto!— Habló con la mirada brillosa por los recuerdos.
