Capítulo 5

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Narra TN__

– Por supuesto, no tengo prisa.

Entré a la tienda que estaba ahí y de sorpresa me encontré también al profesor Takeda y a la manager de lentes.

– ¡Oh, buenas tardes! – saludé por educación. Me voltee y me di cuenta que el entrenador Ukai estaba volteando el letrero de abierto a cerrado – Puedo preguntar... ¿Por qué están ustedes aquí y por qué el entrenador Ukai acaba de cerrar la tienda?

– No es algo de lo que te tienes que preocupar, TN__ – dijo el profesor Takeda junto con una liviana sonrisa – Ya les conté lo que había en la carta y de tu identidad, así que siéntete libre de confiar en nosotros.

– Fácilmente nos podrían ver aquí – dijo el entrenador Ukai – Mejor vayámonos a la mesa del fondo.

Nos dirigimos a la mesa que había mencionado el entrenador Ukai y nos sentamos todos. Lejos del alcance de la entrada principal. Se podría decir que nadie nos podía ver desde ahí.

– Puedo decir que tu hermano y tú lograron engañar a todos, pero no sé cuánto tiempo vaya a durar este secreto. – dijo el entrenador Ukai mientras fumaba – ¿En qué posición jugabas antes, TN__?.

– Bueno, en el equipo de voleibol femenino de mi escuela jugaba en la posición de un armador.

– Eso explica el porqué de tus recepciones horrorosas y las colocaciones asombrosas, en verdad me sorprendiste con aquella colocación, TN__.

– Je, je gracias por el cumplido – dije esto mientras me rascaba la nuca y mostrando una pequeña sonrisa. Continué – Perdón por interrumpir en esta plática pero, ¿Cómo es que llegaron tan rápido aquí si apenas me salí de la escuela?

Los tres se vieron entre sí y la manager fue la que habló primero.

– Es que hay un atajo por aquí atrás que muy pocas personas conocen y por eso llegamos antes para que los chicos de Karasuno no supieran de que nosotros estábamos aquí.

– Ya veo...

– TN__, veo que tienes dificultades para mezclarte con los chicos de voleibol – dijo el profesor Takeda – Más cuando estuviste en el vestidor de chicos ¿verdad?.

– Bueno... No fue tan malo cómo pensé – dije esto en un susurró.

La manager se empezó a reír en sus adentros, pero el entrenador Ukai ni el profesor Takeda alcanzaron a oír lo que dije.

– Quiero decir – me apresuré a corregir – De hecho tuve dificultades para salir de aquel vestidor de chicos, je, je.

– Entiendo, para esto te estuvimos esperando.

El profesor Takeda empezó a aclararse la garganta para que pudiera hablar ágilmente y que no se le cansara la voz.

– Mira, lo que podemos hacer nosotros es que yo puedo justificarte las clases de Educación Física, bueno las últimas clases que vienen antes de ir al campamento, ya que eso requiere cambiarse en frente de otros chicos. También pensamos que sería mejor que te fueras con Kiyoko a los vestidores de chicas, ya que Hitoka llega tarde diez minutos al club de voleibol y sería tiempo suficiente para que guardes tus cosas y te puedas cambiar libremente. En el campamento, planeamos que ambas sean las últimas para que se bañen y se cambien ahí mismo ¿Está bien?.

– Sí que todo está bien organizado, eh – dije con sorpresa – ¿Creen que eso vaya a funcionar para que no se den cuenta que soy una chica?

– Esperemos que no, TN__ – dijo el profesor Takeda – Ya que si se dan cuenta, estaríamos en problemas.

– TN__ – dijo el entrenador Ukai – Es importante que nos digas en qué escuela estabas estudiando antes de que te suspendieran. Ya que hay posibilidades de que alguna escuela o persona de desconfianza te reconozca en el momento, y eso sería un poco peligro.

– Bueno... Es que yo... – empecé a decir nerviosamente – Yo estaba en Fukurodani.

– ¿¡Qué!? – exclamó el entrenador Ukai, dejando caer su cigarro – Pero si esa escuela está en Tokio y de hecho fue uno de los organizadores del campamento, ¿Cómo fue que llegaste aquí a Miyagi?.

– Es que hace dos semanas de mi expulsión, yo vivía con un pariente que vive en Tokio y pues se me facilitaba ir a esa escuela, pero desde que me suspendieron, mi tío se enojó mucho conmigo hasta llegar al punto de que literalmente me echó de su casa. Y pues, mi hermano al enterarse de eso, me fue a recoger y pues me dejó quedarme por ese período en la casa de mis papás que por supuesto él también vive ahí, ja, ja.

* Que vergüenza contarles mis desgracias a los maestros de mi hermano. *

– Que mala pata la de tu tío, TN__.

– Ya lo sé... – dije agüitada – Pero no creo que ellos se den cuenta, yo lo sé.

Los tres se miraron entre sí y se asintieron con la cabeza.

– Bueno, creo que todo está arreglado – dijo el profesor Takeda – Es un poco tarde, así que ya es hora de todos nos retiremos.

El entrenador Ukai fue el primero en pararse y en abrir la puerta de la tienda para que nosotros nos saliéramos. Nos despedimos del entrenador Ukai y salimos de ahí.

– Bueno, chicas – dijo el profesor Takeda – Aquí yo me retiro por el atajo secreto de Karasuno ¡hasta luego!.

Con una despedida de mano, se retiró hasta llegar al punto en que lo perdimos de vista.

Me quedé sola con la manager.

– Se está haciendo un poco tarde y lo más seguro es que los chicos ya hayan pasado por aquí – dijo la manager – Es mejor que te acompañe hasta tu casa, TN__.

– ¿Qué? ¡No! Así estoy bien, la verdad es que te estaría molestando mucho y de seguro tienes que hacer cosas en tu casa ¿no? Ky... Ky...

– Mi nombre es Kiyoko – dijo la manager con una sonrisa – No te preocupes, no me da ninguna molestia con acompañarte.

– Está bien – dije avergonzadamente. Empezamos a caminar – Perdón por no aprenderme tu nombre. Es que tengo una maña de aprenderme fácilmente los nombres de los chicos que el de las chicas.

– Bueno, creo que eso explica muchas cosas, ja, ja

Al oír aquel comentario, me hizo sentirme avergonzada otra vez.

Así nos pasamos todo el camino. Contando anécdotas y cosas, pues de chicas, se podría decir. A veces tenía el presentimiento de que alguien nos seguía pero cada vez que me volteaba no había nadie.

* Debo de estar tan cansada que ya me estoy imaginando cosas. *

Después de caminar unas cuantas cuadras llegué a mi casa.

– Bueno, pues aquí es donde yo vivo – dije – ¿Te gustaría pasar a tomar un poco de té o algo parecido?.

– Creo que será en otra ocasión – dijo Kiyoko mientras se acomodaba su mochila – Bueno, nos vemos mañana, TN___.

– Oh, está bien – respondí su despedida – Entonces nos veremos mañana.

Kiyoko desapareció de mi vista.

* Es una buena chica. *

Entré a la casa y lo primero que hice fue quitarme el uniforme sudado de voleibol y las vendas de mi pecho, todo eso lo metí a la lavadora. Se podría decir que estaba en ropa interior en mi propia casa, ¿Quién me podría ver? Estoy sola así que no es algo que me importe mucho.

Mientras se lavaba la ropa, subí las escaleras y me metí a bañar. Al acabar, me puse una toalla en mi cuerpo y me dirigí a mi cuarto a ponerme la pijama. Bajé y me hice de cenar.

* Qué solitaria está la casa. *

Me di cuenta que la ropa ya estaba lista. Así que la puse en la ventana de mi cuarto para que se secara y le envié un mensaje de texto a mi hermano, que lo más seguro es que esté ocupado.

Apagué la luz y me quedé viendo a la nada. No sabía que conclusión sacar en toda mi aventura en su escuela.

Lentamente cerré mis ojos y el único pensamiento que tuve aquella noche fue.

* Tengo hambre, qué flojera pararme, mejor me duermo. *

[ Continuará... ]

¿¡Una infiltrada en Karasuno!? [Temporada 1]Where stories live. Discover now