[14] Extraña

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—No creo que el clima causara el corto, alguien desconectó la electricidad.

—Necesitamos volverla a encender desde la fuente principal de luz —Vale confirmó.

— ¡Pero eso sí está lejos! Está por fuera en el primer piso. No voy a salir de aquí, estoy en peligro —aclaré.

—Bien, lo mejor es mantenernos juntas, ¿okay? —Vale se volvió a sentar con nosotras en la cama y nos tomamos de las manos.

—Juntas, por favor —y así se desvaneció la poca luz que nos quedaba, la habitación quedo casi oscura, solo había unos pocos reflejos.

— ¡Vaya nochebuena! —refunfuño Eleanor.

— ¡Vaya cumpleaños, diría yo! —agregué.

— ¡Shhh! Callen, ¡creo que escuché algo! —Vale nos calló.

—Vale, estás loca. No escuché nada —le susurré y en ese instante se oyó un crujido de la escalera—Como dije antes, ya valimos madre —reafirmé.

—Cecy, querida, ¿cómo se llega hasta acá? Digo, no veo ninguna puerta más que la del pequeño clóset de allá.

—Pues, en el piso hay como una trampilla de la cual se pueden desplegar escaleras hacia el pasillo de abajo, así es como se entra.

— ¿Crees que alguien sepa dónde está?

—No, ¿o sí? —yo ya me empezaba a asustar al igual que ellas. Ahora se empezaban a escuchar pasos a lo largo del piso inferior.

—Me dio gusto conocerlas —Vale comenzó a decir.

—No seas dramática, Vale, no nos va a pasar nada —le aseguré—Además, a la que quieren... —tragué saliva—Es a mí.

— ¡Creo que alguien está jalando de la trampilla! —Eleanor me susurró al oído. Y efectivamente, alguien trataba de abrir.

— ¡Rápido! ¡Bajen de la cama y escóndanse detrás del costado! —todas me obedecieron y nos escondimos. Finalmente de varios intentos, se abrió la trampilla y nosotras temblábamos de miedo.

—Cecy, ¿no puedes desaparecernos a otro lado?

—Nos seguirían, son muy rápidos, es mejor escondernos —de repente vi una sombra alzarse de la trampilla. Se empezó a acercar a la cama, aun no definía bien la silueta pero estaba segura que llevaba algo en la mano.

— ¿Cecy? —susurró esa figura.

— ¿Cómo sabe tu nombre? —Eleanor preguntó, sus uñas estaban clavadas en mi brazo.

—Eh, tal vez porque es tu novio.

— ¿Leo? —Valeria preguntó.

—Sí, soy yo —Leo se acercó un poco más y la luz de luna le dio en el rostro, ahí pudimos verlo mejor. Eleanor se puso de pie y corrió a abrazarlo.

— ¡Dios santo, tuve tanto miedo! —Leo le acarició la cabeza con su mano izquierda.

— ¿Qué llevas en la mano? —pregunté extrañada, Eleanor y Leo se separaron.

—Un hacha.

— ¿Y eso como para qué?

— Precaución —Leo contestó rápidamente.

—Ah, ya, olvídenlo. Mejor bajemos. Necesito a Nick, ¿okay? —Valeria dijo temblando. Todos estuvimos de acuerdo y decidimos utilizar mi método de escape, pues era lo más rápido y eficaz. Además, no queríamos tener ningún incidente en el camino. Aparecimos justo al pie de las escaleras y en ese instante la luz volvió.

LimboWhere stories live. Discover now