[27] Perdición

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—Rayos. Bueno, Cecy, hazte a un lado, preferentemente oríllate a un lugar donde no te pueda golpear —obedecí y avancé un poco por el pasillo.

— ¡Lista! —grité. Y unos segundos después, un gran estruendo inundó la casa, era el sonido de la puerta viniéndose abajo, una nube pequeña de polvo flotó por un instante. En cuanto vi a Alina corrí a abrazarla, literalmente brinqué hacia ella. Y sonriente, me recibió con los brazos abiertos.

— ¿Qué fue eso? —Alex y Valeria aparecieron por las escaleras. Yo aún seguía colgada de Alina. Tenía mis piernas alrededor de su cintura y ella me cargaba como si fuese lo único que le importara en el mundo.

—Creo que interrumpimos algo —Vale comentó y yo reí, en ese instante Alina me puso de nuevo en el suelo.

—Nos dejamos llevar por el momento —Alina se disculpó y me tomó la mano.

—Sí, claro. Entonces cuando vea a Nick, tengo permiso de correr hacia a él y armar un escándalo igual, ¿okay?—no le respondimos—Bueno, el pasillo es un lugar algo incómodo para mantener una conversación, ¿por qué no bajamos? —Valeria sugirió. Y todos las seguimos hasta la sala. Para nuestra sorpresa, Nayma ya no estaba sola, había una pareja sentada en la sala.

—Eleanor —murmuré. Ella se giró y al verme corrió a abrazarme.

—Estás bien —dijo entre pequeños sollozos—Y tu vestido es hermoso, ¿a qué hora te cambiaste? ¿Misma historia que Nayma?

—Sí, claro, hola a todos, también llegué completo, en una sola pieza —Leo dijo algo sarcástico antes de que yo pudiese contestar a Eleanor. Me despegué de su novia y ahora fui a abrazarlo a él.

—Es un gusto que estés vivo, Leo —le sonreí y di chance a todos los demás que saludaran a los recién llegados.

— ¿Y Nick? —Valeria preguntó de repente, interrumpiendo la bienvenida.

—No tarda en llegar querida —Nayma le comunicó.

— ¿Cómo lo sabes?

—Puedo sentirlo, simplemente lo sé. ¿Verdad, Cecy? Ella también lo puede sentir —Nayma tenía razón, sentía la presencia de Nick en camino, sentía su mente, sus pensamientos cerca.

—Es cierto, Valeria, no te preocupes.

— ¿Les parece si vamos a la cocina todos a esperar? Prepararé café —las dosis de café de Nayma eran muy esenciales al parecer, todos estuvimos de acuerdo.

— ¿Fue muy necesario derrumbar la puerta? —Alex preguntó para empezar a hacer tema de conversación mientras esperábamos a Nick.

—Sí, no pude aparecerme dentro de la habitación para sacarla de ahí.

—Debes estar agotada, dulzura —Nayma puso una mano sobre mi hombro.

—Fue la única manera de salir, perdón por el estruendo y el susto —Alina era experta en pedir perdón.

—Tengo sueño, como no tienen idea —Eleanor dijo con un gran bostezo—Hemos estado viajando toda la noche, creo que ya llevamos cerca de veinticuatro horas sin dormir.

—Si quieres, ve a descansar, nosotros aguardaremos por Nick —le ofrecí.

—No, ¿cómo crees? ¿Y mi apoyo como amiga dónde queda? Permaneceré aquí.

—Vamos, Leo, acompáñala a una habitación y cuídala.

—No, Cecy, estaré bien, además no es seguro alejarnos del grupo.

—Insisto. Además, estamos seguros, los ángeles nos han otorgado protección, ¿lo recuerdas? —Eleanor aún no estaba muy convencida—Oh, vamos —le hice mi mejor cara de cachorrito, y al final se rindió.

LimboWhere stories live. Discover now