Limbo

[29] Magia

El gran reloj de la sala dio una campanada, por fin eran las doce de la noche. Ya era un día nuevo: 30 de diciembre, para ser exactos. Dos días. Cuarenta y ocho horas. Eso era todo lo que me quedaba y aún no tenía la menor idea de cómo iba a salir de ahí, de cómo iba a cruzar al más allá. El asunto importante era encontrar a Nick. Nayma ya estaba de regreso y eso nos serviría de mucho.

— ¿Cuánto tiempo dijeron que dormiría? —pregunté.

—Hasta el amanecer, más o menos. Necesitaba descansar —suspiré. Dormir a Valeria podría haber sido la peor de nuestras opciones.

— ¿Cómo traeremos a Nick? Ni siquiera sabemos dónde está —por fin alguien se atrevía a hacer la pregunta del millón. Miramos a Leo.

— ¿Nayma?

—No tengo la menor idea —por primerísima vez ella no tenía un plan.

— ¿Hablas en serio? —Eleanor la miró incrédula.

—Sí. No sé qué haremos. No sé dónde están los guardianes, no sé de su escondite. Simplemente no sé—alterada, Nayma tomó asiento en el sofá pequeño.

— ¿Y si los ángeles nos ayudan?

—Ese no es asunto suyo. No lo harán. Ya fue mucho que nos otorgaran protección.

—Estamos perdidos —Alex se rindió.

—No, no lo estamos. Me puedo ofrecer a cambio de Nick.

— ¡No, Cecy! Eso jamás, ya estás corriendo muchos riesgos —Alina me tomó del brazo y yo me zafé.

—Es nuestra única salida, la vida de Nick vale mucho más que la mía.

—No digas eso.

—Es la verdad. Estoy dispuesta a sacrificarme por Nick, él ha hecho mucho por mí.

—Si Valeria o Nicolás estuvieran aquí presentes no te dejarían hacerlo.

—Pues me viene valiendo. Yo sé lo que debo hacer —la habitación se quedó en silencio, sólo se escuchaba el tick-tack del gran reloj y unas pequeñas gotas de lluvia. Provenían del exterior, obviamente.

—Sí, la sacrificaremos —anunció Nayma.

— ¿Qué? ¡¿Estás loca?! —Alina le gritó.

—Antes de que digas algo, Alina, déjame explicarte mi plan.

— ¡Gracias al cielo! ¡Tiene un plan! —Alex alzó los brazos y Nayma lo fulminó con la mirada.

—Te escuchamos, Nay —dije, dándole permiso para hablar.

—Gracias, dulzura, es bueno saber que no todos hemos perdido la cordura aquí —me sonrió—A lo que me refería es: hacer pensar a los guardianes que cambiaremos a Cecily por Nick. En realidad no se la daremos, sólo pretenderemos que sí.

—No entiendo.

—Tú nunca entiendes nada, Alex —Nayma lo calló.

—Yo sí entendí. Y estoy de acuerdo pero hay que planear todo perfectamente, hasta el último detalle. Cualquier error nos condenaría, bueno, me condenaría.

—Nunca dije que te ofrecería exactamente a ti, Cecy —Nayma me miró, y todos los demás la miramos a ella.

— ¿Entonces a quién ofreceremos? Los guardianes no quieren a nadie que no sea Cecy —Leo informó.

—Lo sé, pero ¿qué tal si hay alguien idéntico a ella?

—No nos vayas a decir que Cecy tiene una gemela, por favor —Eleanor rogó.