Christine
− ¿Dónde carajos está Tina? – Pregunto sentada, Noelle está llevando su trasero de aquí allá por la cocina.
−Salió hace unas horas −Responde sentándose a mi lado tomando más atención al programa.
−Esta bien que salga ¡pero debe descansar! −Replico −parece que no tuviera casa.
−Ay déjala, tiene una vida... y no me dijo a que hora volvía.
− ¿Cuándo ha dicho a qué hora vuelve? −Enserio, esa chica siempre ha sido indomable.
−Míralo por el lado positivo, tenemos más tiempo juntas a solas. −Me da un beso y me abraza.
Nos quedamos un rato abrazadas y luego me dispongo a preparar algo, estoy harta de los vegetales de Noelle.
Mientras cocino me dan un agarrón de trasero, mi esposa saca una botella de cerveza de la nevera y la abre con un encendedor. ¡Es más puerca que la mascota!
− ¡No soy un pedazo de carne! −Ah no. Espera − ¡No soy un pedazo de fruta! −Replico.
−Ja, ja −Dice. −Podríamos hacer algo con las chicas Chris.
−Ajá. Ahí me avisas −Organizar no es lo mío. Eso es cosa de Fer y Noelle.
Me escapo al cuarto de estar y llamo a Tina.
Su celular suena, pero no lo contesta.
Noelle se asoma en la puerta.
−No lo atiende. −Digo. Levanta las cejas y muestra las palmas escaqueándose de decir una razón.
Al parecer le dejé muy poco trabajo. Dejo el maldito celular ahí.
[...]
Ángela G.:
Nos separamos un poco, aparta su mano de mi rostro. Lejos de recriminárselo me agacho un poco y abrazo sus piernas debajo de su trasero y enderezando mi espalda, nos arrojo a la cama. Se escucha un ruidito de sorpresa de Martina y se agarra de mis hombros. Me apoyo cerca de su cintura.
Sonrío. Ella levanta una ceja y se acomoda un mechón detrás de la oreja.
−No te emociones García.
−No empieces con eso.
−Te pasa por mitómana. Usaré todos los malditos nombres.
− ¿Y eso te excita? −Bromeo.
−Si, tal vez. No me hagas perder el tiempo. −Me interrumpe levantando la cabeza y volviéndome a besar. Esta no era la idea de lo que planeaba hacer esta tarde, pero ni modos, los problemas pueden esperar. La acerco más y la acaricio. Martina es de otro tipo, desliza su mano por mi espalda debajo de la ropa, baja y me aprieta el trasero.
−Uh – Digo nerviosa con una risita. Se le está haciendo costumbre.
−Ups, lo siento −Dice sin quitar su mano.
−Ni siquiera lo sientes.
−Prefiero pedir perdón que pedir permiso −Eleva una ceja con obviedad.
Su sonrisa creída es lo que me hace deslizar mi mano por su trasero. Le doy un apretón, me toca sonreír a mí. Nos besamos hasta que vibra su celular, cuando pienso que contestará le da una mirada y lo deja en la mesita de noche. Se abalanza sobre mi y nos quedamos así hasta que la oscuridad es evidente, cuando se percata echa una mirada por la ventana.
YOU ARE READING
Mi Pareja Perfecta IV
RomanceÁngela Grant, es una joven recién egresada que empieza a trabajar en el hospital Edwards, tal como su abuela lo hizo alguna vez. Debido a la gran rivalidad entre su padre y su jefa, decide mantenerse incógnita bajo un nombre falso y escondida de su...