La cena familiar.

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Christine E.:

Llego a casa, ya está oscuro, siento el peso del cansancio sobre y bajo mis hombros. Ya siento el leve deseo de retirarme.

Noelle está algo aburrida acariciando la cabeza de una Sandy dormitando, me mira con más tranquilidad de la que esperaría.

−Hola −Digo. Me siento a su lado y libero un ruidito de placer al descansar al fin.

−Hola −Dice.

Nos miramos y Noelle resopla.

−Déjame adivinar, intentaste sabotear todo.

La miro sorprendida.

− ¿Cómo lo sabes?

−No llevo viviendo contigo diez días −Responde. −Ya me parecía extraño tanta tolerancia.

−Hmm −Digo. Controla tanto la situación que diría que ahora ella es yo y yo soy ella. −Pues lo siento.

−A mí no me digas nada, díselo a tu hija, y déjala en paz.

...

− ¿Y si tengo razón?

−Entonces las abrazarás, le dirás que la amas y que la otra chica no la merecía.

−Ok −Digo.

− ¿Quieres un té? −Ofrece.

− ¿Enserio? Eso me encantaría. − ¿Y esto?

−No llevo viviendo contigo diez días. −Dice con serenidad.

Se pone de pie y me da un palmazo en la cabeza.

− ¡Oye! ¡Eso fue con rabia! −La apunto con el índice sintiendo su mano aún en mi cráneo.

−Te lo mereces bruja. −Se toca el entrecejo calmándose.

Por suerte me deja en paz. ''Christine, tu familia vale oro'' pienso recibiendo la taza caliente. Noelle se sienta a mi lado.

−Me parece increíble tener que aguantar esto después de todo lo que hemos pasado −Digo pensando en Tina. Cualquiera diría que nos ahorramos los pañales sucios, y es una suerte que sí. Pero nos esforzamos mucho de igual forma.

− ¿Te acuerdas cuando se nos perdió en el mall? −Recuerda. Me río.

−Cuando se fracturó el codo − Maldita pulga frágil... le falta odio.

−Y cuando se estaba sacando fotos en el baño y tuviste que hablarle de ese tema −Ríe. −Y me llamaste a mí y mágicamente tenías una reunión urgente.

−Tenía reunión urgente −Me ruborizo.

−Eres médico maldita sea.

−Nunca se está suficientemente preparado. −Sonrío. −Tú tienes el tacto... ya sabes, para decir esas cosas y no dejarla traumatizada.

−Tú quizá que le hubieras dicho−Sonrío y la abrazo.

−Igual creo que hiciste mal −Dice.

−Ya lo sé, no me lo eches en cara. −Mis cansados ojos se sumergen en las ondas castañas de su cabello.

−Prométeme que no lo harás de nuevo.

−Ay Noelle por favor no puedes ser tan... −Me mira esos ojos oscuros, cristalinos e intensos, se mantiene así varios segundos.

−Nunca más, lo prometo.

Mi Pareja Perfecta IVWhere stories live. Discover now