Doce.

2.7K 340 41
                                    


Ese fue el momento que me dejó más impactada de todos los que habíamos vividos. No podía creer que realmente me estuviera diciendo eso sin filtro, sin pensar en las consecuencias de sus actos. El silencio nos invadió a ambos y ninguno supo que comentar luego de semejante declaración. ¿Qué íbamos a decir? Cada paso era complicado, cada cosa que hacíamos tenía consecuencias y seguir haciendo eso solo iba a lograr que terminaramos confundidos. Esa era la palabra que no encontraba y finalmente vino a mi cabeza: estábamos confundidos.

—No estás pensando con claridad, Tyler, estás confundido —le expliqué separándome de él y caminando hasta mi cama para tomar el bolso que pensaba usar esa noche. Comencé a poner algunas cosas simples como mi teléfono, protección por si llegaba a pasar algo, mi cartera y cuando menos lo esperaba, Tyler decidió hablar una vez más.

—¿Confundido de qué?

—Confundido porque estamos... ya sabes, experimentando cosas que ninguno antes había vivido. Esto es un juego, estamos jugando y lo sabes. Lo sabes desde el primer momento que decidimos esto —le recordé todavía de pie, poniendo el bolso a un costado de mi hombro. Iba a ir a esa cita por más que él no quisiera, a pesar de todas sus confesiones—. Es obvio que tenemos química, que tenemos... piel, como dicen algunos, pero eso no significa que tengamos algo más. Yo no te soporto y tú no me soportas, no hay nada más que eso.

Tyler me miraba confundido y en parte yo creía que estaba hablando para convencerme de mis palabras. Más hablaba, más me convencía. Es que era obvio, no teníamos sentimientos, solamente era algo ocasional. Estaba segura que si nos quitabamos las ganas íbamos a terminar todo eso. De hecho, analicé hacer eso y finalmente quitarnos toda la presión.

—Hace mucho que no tenemos sexo, nos provocamos constantemente... es obvio que en realidad estamos atraídos sexualmente. No son sentimientos, Tyler. Solamente queremos una buena noche de sexo y me parece que lo mejor será... ya sabes, tenerla.

Me miró alzando las cejas pobladas, sorprendido por lo que estaba diciendo sin ningún tipo de problema. Le estaba ofreciendo una noche de sexo sin más, para quitarnos las ganas. Ni siquiera estábamos hablando de cámaras, solamente nosotros. Lo vi dudar y me reí, porque eso era algo tan típico de los hombres. Por momentos jugaban a ser ellos los que tomaban la iniciativa, pero cuando una mujer los acorralaba no sabían que decir. Me había pasado muchas veces con muchos hombres y me encantaba ver como se iban hacia atrás. Algunos hasta perdían interés en mi luego de eso.

La realidad es que no me importaba, si perdían interés en mi por ser frontal significaba que no merecían hacerme perder tiempo.

—¿Me estás pidiendo tener una noche juntos?

—Sí, ¿tengo que ser más explícita? ¿Necesitas un contrato? —quise saber mostrándome totalmente abierta a hablar sobre una noche entre los dos. No había Joel en ese momento, no había nada que nos interpusiera. Solo nosotros dos.

Suspiré cuando la respuesta no llegó y decidí abandonar el departamento dejando a Tyler con más de una pregunta en su cabecita.



La cita no estuvo tan mal, de hecho estuvo bastante normal. Había elegido a un hombre bastante guapo y agradable, aunque con las típicas manías de un hombre que era grande, tenía muchos años vividos y muchas desilusiones amorosas. Lo divertido de esas citas para conseguir un hombre era que podía ser otra persona y él nunca lo sabría. Esa noche fui la mujer segura que soñaba ser, decidida y sexy, que no tenía lazos ni problemas. Que no buscaba amor en los lugares incorrectos. John, como se dijo llamar, parecía querer una relación a largo plazo y no me pedía mucho.

La sala caliente +18 [Editorial Scott #1.2]Место, где живут истории. Откройте их для себя