Capitulo 9

1.3K 177 104
                                    

Mis pasos son seguros, sé algo

Puedo manejar esto sin entrar en pánico. Puedo lograrlo.

Subo los escalones hacia la zona vip y mis ojos se encuentran con tres Sharpe ahí, dos yacen sentados. Robert fumando un cigarrillo, Thomas en el asiento individual, con dos guardias a los costados y su bastón en las manos. El otro, es rubio, la piel tostada, casi dorada. Me mira con una sonrisa que me es inevitable no devolver. 

Se acerca antes de que siga avanzando y me toma de la mano antes de que diga algo o huya.

—James Sharpe a tus servicios — sus labios  fríos sobre mis nudillos, sus ojos azules verdosos en los míos.

Dioses ¿Pueden ser menos atractivos por favor?

Esto está dificultándome las cosas.

—A ti no te conocía — digo. James me suelta la mano, pero no se aleja. Tiene una camiseta verde y una chaqueta de cuero café gastada, jeans verdosos y botas café igual de gastadas que su chaqueta.

—Ahora sí — me guiña un ojo — debo decir que has superado mis expectativas. Eres muy hermosa, Cassie.

Me sonrojo sin poder evitarlo cuando con sus ojos intensos me recorre todo el cuerpo y se relame los labios antes de volver a verme a los ojos.

Una vez más me pregunto ¿Por que no huyo?

Porque sabes que tu vida nunca tuvo más sentido.

—Gracias — es todo lo que consigo decir luego de aclararme la garganta. Mis ojos se dirigen a él, sentado atrás, como si fuera el puto amo del mundo.

Lo odio.

No me cae bien, no puedo digerir su presencia. A pesar de sentir todo lo contrario, me debo esforzar por sentir odio. Si él me marcó, si esta herida la provocó él de algún modo, transformándose en cuervo, si yo le pertenecía... entonces iba a esforzándome por hacer parecer todo lo contrario.

Así que me hago a un lado, pasando junto a Roberth que me mira mientras se lleva el cigarrillo a los labios, por favor, dejen de verme así. Me distraigo y eso me hace sentir mareada.

Me planto, con las manos en mis caderas a solo unos centímetros de Thomas, sus guardias a penas me miran considerándome para nada una amenaza. Él, se quita las gafas y se inclina hacia adelante, sus rizos negros se mueven y sus ojos azules me miran fijamente.

—¿Dónde está Loki?

Apoya los codos sobre sus piernas sin dejar de verme. 

—Pagando por lo que hizo — me tenso, pero mantengo mi compostura. 

—¿Puedo saber que tanto hizo? 

Thomas estira su labio inferior hacia arriba en desagrado, se echa para atrás en el respaldo del asiento y cruza sus manos sobre su vientre mientras sus ojos se van a mis piernas sin mayor disimulo. 

—Tomó lo que es mío 

Mi corazón da un vuelco, la sangre corre despavorida por mis venas como si supiera que hay tres pares de ojos calculando la densidad y el espesor de ella. 

—¿Yo soy tuya? 

Thomas sube una ceja sobre la otra. 

—Sí — su voz es tosca y cuando se levanta me siento irremediablemente pequeña, sus hombros cubren los míos y su mirada aplaca mi expresión seria. Es como si no pudiera negarme a él por más que luchara con todas las fuerzas del mundo — eres mía — pone sus dedos debajo de mi barbilla, tan fríos como los de sus hermanos. 

Cinco Razones ━ Thomas Sharpe.Where stories live. Discover now