Capitulo 33

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En las siguientes horas traté de procesar todo. Burn y Adam intentaron usar sus poderes para devolverme los recuerdos, pero lo que sea que Thomas me había hecho no podía quitarse. Trix acusó a Adam de en realidad no querer devolverme los recuerdos y mantuvieron una discusión fuerte mientras yo intercambiaba miradas sin expresión con Loki.

No habíamos hablado, ni había habido ni un gesto entre ambos. Solo miradas, de mi parte llenas de desconfianza. Pero, todo lo que estaba pasando sumado a mi propia frustración por asimilar lo que sentía por Adam que, en realidad era algo que sentía por Thomas parecía querer llevarme a la locura.

Así que subí el segundo piso, ahí donde Trix me había dicho que podía descansar el cuerpo. Y con eso se refería a máquinas de ejercicio, colchonetas y un espacio reducido para el baile. Ella dijo que eso estaba ahí hace mucho, cubierto de polvo y que cuando supo que vendría lo mandó a limpiar en caso de que lo fuera a usar. Nunca lo usé, desde que había llegado ahí. Y aunque no recordaba cómo dar pasos de ballet me quedé ahí, afirmada en la pared con las manos en el vientre y los ojos cerrados.

Me sentía alterada y enojada. Porque odiaba querer recordar tanto lo que sentía por Thomas. Odiaba que hubiera hecho eso sabiendo lo que sentía, odiaba que lo hubiera hecho de esa forma. Pero lo que más me aterraba era el hecho de no sentir nada al pensar en él, el vacío en el centro de mi pecho, que dolía y ardía por algo que no sentía.

Una cosa muy inútil de momento.

Subí una mano, con la muñeca doblada. Un grácil movimiento de danza, suave como un cisne y luego subí una pierna y la doblé, mi pie se deslizó hasta la rodilla y respiré profundo.

El aire cambió, mi respiración se detuvo antes de exhalar porque alguien se pegó a mí y deslizó los dedos fríos por mi brazo desnudo hasta sujetar mi mano sobre mi cabeza y pasó otra mano por mis caderas asegurándose que me quedara pegada a él sin posibilidad de moverme.

—¿Pero que...? — mi voz estaba inconsistente. Y mis ojos abiertos de par en par.

—No había encontrado el momento de hablar contigo — susurró en mí oído, sus labios rozando mi piel que se ponía de gallina.

Pero yo sabía que era él, desde que puso sus manos en mí. Me quedé paralizada, la rabia y la pena revolviéndose en mi interior como una batidora.

—Tú y yo no tenemos nada de qué hablar.

—Yo creo que sí — la mano en mi cintura se deslizó a mi vientre tanteando el borde de mi pantalón de algodón — hay muchas cosas que quiero explicarte y muchas por las qué pedirte perdón.

—Voy a gritar, Loki.

Su mano, siguió bajando por mi cuerpo congelado por su toque frío y una risita ironica se escapó de sus labios.

—Lo siento — dijo, sus labios respirando cerca de mi cuello — todo lo que hice. No tengo excusas. Estaba cegado. Creía que Linnet era mi pareja. El asunto... — canturreo — se me salió de las manos. Me obsesioné y me dejé engañar por ella. Traccioné a mis hermanos, te herí a ti... no tengo perdón. Pero aun así... no pierdo nada con...

—Suéltame — exclamé, la voz apretada en mi garganta.

—Estás tensa — sus dedos se metieron bajo la tela del pantalón — ¿Ya olvidaste lo que hacía contigo cuando te sentías tensa? — su lengua... se deslizó por mi piel y aunque me estremecí intenté removerme de su agarre, sin éxito. Loki Deslizó su mano por mi brazo hasta mi hombro y mi mano se cerró alrededor del fierro para ballet en la pared — las cosas que hacíamos — ronroneó — yo no las olvido.

Cinco Razones ━ Thomas Sharpe.Where stories live. Discover now