Capítulo 39

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Cassiopea se detuvo en silencio luego de darse una ducha. Con los ojos muy abiertos se dio el valor de mirarse al espejo otra vez. Y ahí estaban, esos ojos como besados por el sol. Mirándola fijamente mientras su cuerpo temblaba y se llenaba de miedo.

Las sensaciones nuevas eran una mierda. El sentimiento de haber perdido a Loki parecía arder dentro de su pecho. Era una sensación que siendo humana podía fácilmente ignorar. Pero entonces, siendo inmortal no solo se intensificaba el sentimiento de dolor, si no que ardía, quemaba.

Cassie se envolvió en una toalla y trató de mantener el control de sus emociones. Cerro los ojos y apretó los dedos sobre el lavado del baño. No tardo ni un segundo al forzar los dedos en romper la cerámica entre sus dedos. El sonido le crujió en el cerebro y le recorrió todo el cuerpo.

Ahogó un grito pero se quedó mirando las manos, llenas de sangre escarlata que escurría entre los dedos. Cassie se buscó las heridas, el rastro de la sangré. Pero, no había nada, ni heridas no sangre. Nada.

Los latidos del corazón le resonaron en los oídos con fuerza. Temió pensar en Thomas e intentar tirar del lazo. No por miedo o rencor. Porque sentía vergüenza. Como cuando uno está enamorado por primera vez y se tiene el estómago en el suelo todo el tiempo.

Las manos le temblaban cuándo las puso en la manilla de la puerta y la abrió controlando, muy lentamente sus nuevos y rápidos movimientos.

Viatrix la esperaba sentada al borde de la cama tratando de no demostrar tanta preocupación. Se cruzó de piernas y se alisó los pliegues del vestido oscuro.

—Tienes que estar nerviosa.

Cassie se detuvo, la estudió con la mirada y sin querer tratando de disimularlo muy bien, olió a James Sharpe en Viatrix. Apartó la mirada hacia el armario.

—No lo estoy — contestó abriendo la puerta.

—Puedo notarlo Cassie — advirtió Trix en voz baja, pero Cassie... Ella sonrió de lado sin poder evitarlo.

—¿Así como huelo yo a James en ti? — sacó unos pantalones oscuros y los extendió en el aire — en cada parte de ti. Esto debe ser algo nuevo que venga con convertirse en Vampiro, porque antes no lo hubiera adivinado.

Viatrix se sonrojó, Cassie no creía que eso fuera posible en una vampiresa. Pero tal vez esas cosas también se magnificaban en ellos.

—¿Q-qué? — Trix se enderezó y miró a su amiga con afán de intriga — No, claro que no.

Cassie encogió los hombros y tomó una blusa negra, buscó su ropa interior y se vistió en quietud tras el biombo.

—Solo lo olí en tí. Pudo haber sido un abrazo, pero... se siente más, fuerte. Además tus ojos, brillan un poquito más de lo normal. Y el corazón te late desbocado en el pecho, sobre todo ahora.

—No hay nada entre James y yo — dijo Viatrix con voz dura. Cassie se vistió en calma, pero para cuando salió del biombo se enfrentó a una Viatrix apabullada en un rincón de la habitación envuelta en una nube negra de incertidumbre.

—No me importa si tienes algo con él o no Trix — le dijo subiendo una pierna sobre el borde de la cama para ajustarse las agujetas de los tenis blancos — no puedes estar fingiendo miles de años que no te gusta. O que tu no le gustas a él.

—Estás siendo invasiva — la pelirroja alzó la vista y solo entonces se dio cuenta de la forma en que sus palabras salieron de su boca, se enderezó y se acercó a Trix pero ella se cruzó de brazos a la defensiva — No hay nada entre James y yo. Huelo a él porque, me prestó una chaqueta anoche mientras tú estabas inconciente.

Cinco Razones ━ Thomas Sharpe.Where stories live. Discover now