Capitulo 13

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Me vestí, tomé mi celular, lo puse en el bolsillo trasero de mi pantalón y me di una última mirada al espejo. Mi cabello estaba esparcido sobre mis hombros, traté de acomodarlo para que no se notara lo que Thomas había hecho hace un rato, los dos agueros marcados es mi piel.

Tragué saliva y toqué las heridas con la yema de mis dedos. Mis ojos entecerrandose al recordar la forma en la que no luche para alejarlo de mí, la forma en que sus manos me tocaron. Quería que me diera asco, queria sentir repulsión pero por más que intentaba no podía.

Agité mi cabeza y me acomodé el cabello suelto. Mis labios rojos y mis pestañas espesas. No sabía a dónde tenía que ir ni cuanto tiempo iba a estar lejos, pero no me importó. Supuse que si el quería llevarme entonces se encargaría de mí si algo me faltaba y si no, iba a molestarlo hasta que lo hiciera.

Él tenía razón en una cosa. Yo no lo conocía. No sabía quien era para que yo le hablara de esa manera. Pero él tampoco sabía quién podía llegar a ser. Creía conocerme. Creía que por tener un poder sobre mí tiene el derecho de decir que me conoce, pero no.

Abrí la puerta con el mentón en alto. No iba a darle en el gusto de verme débil y dolida. Mis lágrimas y lamentos ya se habían fundido con la ducha. Al salir también salió una mujer renovada. Que no iba a dejar que ni un hombre vampiro o no, la hiciera sentir mal.

Caminé por el pasillo y llegué al borde de las escaleras, mi corazón se detuvo y mi cuerpo pareció tambalearse.

Loki, estaba dándome la espalda. Conversando algo con Adam. Cuándo este último se fijó en mí tras él, Loki se volteó. Sus ojos verdes llameantes e inusualmente fríos me hicieron estremecer.

Pero yo, no pude contener mi alegría. Mi emoción. Así que corrí escaleras abajo para casi dar un salto al abrazarlo y colgarme de su cuello.

—¡Loki! — chillé enterrando mi cara en su cuello, aspirando su perfume. Su esencia. Su calor corporal.

Pero sus brazos nunca se cerraron alrededor de mi cintura. Sus manos nunca me recibieron como desee que lo hiciera. Su cuerpo estaba rígido, tan tenso que aunque lo sentí traté de ignorarlo pensando que eran cosas mías.

—Te extrañé — deslice mi cara por la suya y lo besé.

Un beso frío, inexpresivo. Mi corazón se estrujó dentro de mi pecho. Quería llorar a causa de su indiferencia. Pero me mantuve con firmeza.

—¿Qué pasa? — Intenté mirarlo a los ojos, pero me esquivó la mirada. Se movió solo para quitar mis brazos alrededor de su cuello —¿Loki?

Se metió las manos en los bolsillos de su jeans. Loki nunca usaba vaqueros a no ser cuándo estábamos en el departamento. Y estaba estresado por algo.

—Tenemos que hablar — sentenció dirigiéndose a la cocina. Mi pecho estaba apretado y las piernas me temblaban. Ni siquiera me importó tener a Adam a un costado mirando la escena, lo único que no quería era oír lo que Loki estaba por decirme.

Porque sabía que no me iba a gustar para nada.

Atravesé la puerta de la cocina y Loki cerró la puerta a mis espaldas. Me giré a verlo con el corazón en la mano, pero mantuve mi mentón en alto soportando su fría mirada. 

—Tenemos que dejar esto — dijo casi en un susurro. Como si estuviera luchando para decir lo contrario. Mis ojos atinaron a borrar mi vista, pero llevé mi angustia hasta lo más profundo de mi ser permaneciendo como una estatua — tu y yo no podemos seguir siendo... lo que somos. 

Tragué con dificultad antes de hablarle. 

—¿Estás rompiendo conmigo? 

Loki asintió sin más. Sus ojos verdes clavados en el suelo. 

Cinco Razones ━ Thomas Sharpe.Место, где живут истории. Откройте их для себя