21. Hijas.

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Por muchos años imaginó su muerte, pero nunca creyó que fuera de ese modo. Went abrió los ojos cuando Sally entró en la habitación para cambiarle la venda de sus heridas pero esta vez no le sonrió. No era bueno sonriendo si no era por un buen chiste o sarcasmo y con Sally se vivía muy poco de eso. Parecía enojada por algo y se movía en silencio, aunque aún con el ceño fruncido. Went no quiso preguntarle que sucedía, pero esperaba que no se tratara del buen Owen. Tampoco sabía manejarse con ella, como comunicarse, por lo que la dejó ir sin muchas explicaciones.

Pensó dormir un poco más, esperando que Molly llegara en algún momento de visita pero no sucedió. Supuso que la chica estaba ocupada con entrenamiento o algún tipo de problema y por eso no se acercaba a la enfermería.

Estar con ella era extraño pero le encantaba, no podía negarlo. Le gustaba pasar la noche con ella en brazos, aunque no podía ni siquiera corresponderle los besos como él quería. No tenía esperanzas para su estado de salud pero esperaba por lo menos pasar más noches abrazado a su cintura y escuchándola respirar. Normalmente se quedaba hasta tarde o hasta que aparecía Sally y la echaba, diciéndole que Went tenía que descansar. Hablaban poco y nada, porque él estaba seguro que ella pensaba todo el tiempo en como sanarlo.

Ya era bastante tarde, casi de media noche y supuso que Molly esa noche no iría. Ella normalmente aparecía el día anterior pidiendo disculpas y diciéndole alguna excusa entendible. Pero sonrió contento cuando vio la puerta abrirse de par en par, aunque no fue Molly quien entró por ahí.

Went no reconoció a la persona que se acercó a él, pero sospechó que se trataba de un Iluminado. Sus ojos se encontraban perdidos y caminaba como si estuviera bajo algún tipo de droga, pero aun así no dejaba de observar a Went. Llevaba el cabello largo hasta los hombros y le caía de manera desprolija. Sintió que lo conocía pero no podía recordar su nombre o haberlo visto alguna vez en el cuartel.

—¿Estás buscando algo? Sally terminó su ronda hace unas horas —le comentó Went, porque eso fue lo que ella le dijo antes de marcharse. Fue algo absurdo que lo hiciera, teniendo en cuenta que no podía quejarse de eso.

—No estoy buscando medicación —respondió al instante, entendiendo lo que Went estaba diciéndole en ese momento—. ¿Realmente no te acuerdas de mí, Wentworth?

No recordaba aquel rostro, pero si sentía que ya lo había visto en otro lado. Salvo que no podía recordarlo de ninguna manera. Tal vez lo había conocido en sus épocas drogado, cuando Sarah lo mantenía con aquella droga especial pero realmente no podía recordar aquel rostro. Por su mirada, podía llegar a comprender que Went le había hecho algún tipo de mal. Tomó aire lentamente, recordando que su pistola estaba debajo de la cama por si la necesitaba. El esfuerzo de estirarse iba a dolerle demasiado, pero podía llegar a sobrevivir en el intento.

—Lo siento... no te recuerdo. ¿Estabas en el cuartel anteriormente o siempre estuviste en el cuartel de Misery? —preguntó con normalidad, tratando de entablar conversación con un extraño que seguramente quería matarlo—. He estado bajo drogas hace unas semanas y... no recuerdo exactamente todo con claridad.

—¿No me recuerdas, Went? ¿No recuerdas lo que hiciste conmigo y con mi familia?

—Yo... lo siento, no sé quién eres —admitió con cierto dolor Went al comprender que había cometido algo lo suficientemente cruel como para conseguir el odio de aquel chico. Se lo merecía, a fin de cuentas no había sido una buena persona en ningún momento. Se mantuvo unos segundos pensando en eso, en todo el daño que había hecho en su vida y que había siempre él. No habían sido las drogas, ni Sarah, ni sus problemas por ser Iluminado... sino él—. Siento si te hice daño...

—¿Daño? —lo interrumpió el hombre sorprendido por las palabras de Went. Empezó a reírse como si fuera un loco, como si estuviera sorprendido por la conversación y a qué punto había llegado—. Torturaste a mi familia, los mataste frente a mis ojos y luego me dejaste vivo. Eres un monstruo, como todas las personas que viven en ese lugar. ¡Y ni siquiera puedes recordar mi nombre!

Misery City [Farewell City #2 ]Where stories live. Discover now