Misery City [Farewell City #2 ]

27. Despedidas.

Molly observó cómo Dexter terminaba su labor diario, aunque esa noche era diferente y ella pensó que tal vez sería la última vez que lo hiciera. No quería pensar en esas cosas, pero no podía evitarlo, sobre todo con todo lo que pensaba suceder al día siguiente. Esa noche había decidido donar junto a Sky su sangre y la niña había empezado primero, para quedar luego completamente dormida en los brazos de Went. Mientras Dexter atendía a Molly, Went terminó cerrando los ojos y quedándose completamente dormido. Cuando los dos se dieron cuenta, se rieron sobre la situación pero prefirieron no despertarlos.

—¿Cómo llevas todo esto? ¿Te unirás a nosotros? —le preguntó ella en voz baja al chico de gafas. Lucia mucho mejor que la última vez que lo había visto acusando a Went de traidor y parecía haber encontrado una solución para sus problemas, aunque Molly no se animaba a preguntarle el motivo.

—Mi hermana está ahí afuera, encerrada y en manos de esos idiotas, Molly. Por supuesto que me iré —le respondió él con un tono de voz que a ella le sonó bastante enfadado. A veces olvidaba que esos dos eran hermanos y que él seguramente se preocupaba por Sally. Suspiró, porque comprendía el sentimiento que estaba viviendo Dexter y se lamentó haber hecho una pregunta tan tonta—. He estado pensando con respecto a la leyenda con tu nombre.

—¿Y te has dado cuenta que es una tontería?

—No... bueno, no lo sé, pero tengo una teoría con respecto a ella —le hizo saber mientras terminaba con su trabajo y Molly le hizo una seña para que continuara. Dexter se empujó los lentes por el puente de la nariz y humedeció sus labios antes de continuar—. He estado pensando que la leyenda decía que la hija de un Guardián y un Iluminado tendrían a una hija que se sacrificaría para salvar al mundo. Viéndolo desde el punto lógico de la ciencia, la leyenda dice algo que es verdad. La mezcla del ADN de Cynthia y Gabriel logró crear una niña con un ADN diferente. Es decir...

—Por favor, trata de serlo menos científico posible conmigo ahora mismo antes de continuar —lo interrumpió Molly sabiendo que Dexter iba a lanzarle una enciclopedia que ella no quería leer ni entender.

—Como decía, tu sangre es especial porque tiene la sangre de un Iluminado, es decir, inmune al virus y al mismo tiempo la sangre de un Guardián, infectada. Tu sangre es diferente, es más fuerte. Lo mismo sucede con la sangre de Sky y supongo que con la sangre de War, pero él nunca quiso probarlo —siguió comentando él mientras tecleaba algo en el ordenador destruido que tenían en el laboratorio—. Eso explica porque serás la salvación, pero no explica el sacrificio.

Molly asintió lentamente, casi en silencio mientras escuchaba las palabras de Dexter. No le temía al sacrificio, le molestaba no saber que significaba y que no existiera nadie en ese mundo para explicarle tal cosa. Ella necesitaba saber cómo iba a suceder eso, que tenía que hacer. ¿Qué debía hacer? ¿Debía morir? ¿Cuándo? ¿Cómo? No le importaba morir, no le temía a tal cosa, sólo odiaba no saber cuándo iba a suceder. No saberlo traía problemas estúpidos, como por ejemplo no saber cuándo debía despedirse de la gente, no saber cuánto duraría su vida.

—Creo que la sangre, perderla o donarla, como quieras llamarlo... es tu sacrificio, Molly. Es algo que sacrificas todos los días para salvar vidas y si conseguimos... no lo sé, secuestrar a los Guardianes lentamente podremos hacerlos volver. ¿No lo crees? ¿No es esa una explicación de la leyenda? ¿No lo crees?

Había desesperación en su mirada, como si él temiera su muerte y no quisiera que sucediera. Molly le sonrió de lado al comprender el miedo que sentía Dexter en ese momento, que era tan normal en todos los Iluminados. Se bajó de la camilla lentamente, algo mareada por la pérdida de sangre repentina pero pudo llegar hasta él para abrazarlo. El chico no dudó ni un segundo y envolvió a Molly en sus brazos, casi con desesperación. Sintió una especie de sollozo y comprendió que aún Dexter lamentaba la muerte de Blood, aun la sentía como todos.