PESADILLA

71 6 17
                                    

La adrenalina lo recorría mientras caía, a la par de la inquietud que aquella oscuridad le provocaba.

Al momento del impacto este termino en  un sendero de adoquín. El camino se extendía ante el, desapareciendo en un infinito horizonte.

Al levantarse y sacudirse la suciedad de la ropa, Sabo notó como el aire se sentía denso y pesado. Fue entonces que observó con aun mayor detalle donde se encontraba. Esto le hizo darse cuenta que había terminado en una especie de laberinto subterráneo.

Con una mezcla de aprensión y curiosidad, Sabo comenzó su viaje a través del laberinto. Los corredores retorcidos, adornados con intrincados grabados e iluminados por antorchas espeluznantes, creaban una atmósfera inquietante. Las paredes parecían susurrar secretos, y la disposición del laberinto cambiaba sutilmente, convirtiendo cada paso en un salto hacia lo desconocido.

"¡Ahhhhhh!".

Sobresaltado por el repentino grito, este busco el orígen de aquél grito tan desesperado.

Para la sorpresa de Sabo, este ubicó a Cavendish en un estado de pánico absoluto, su rostro retorcido por el terror mientras emitía un agudo "¡Ahhhhh!".

Intrigado por el alboroto, Sabo no pudo resistir acercarse para descubrir la fuente de la angustia de Cavendish, solo para descubrir que se agitaba y se inquietaba por una diminuta araña posada en su rostro.

"No puedo creer que te hayas asustado por una araña" comentó Sabo, una sonrisa traviesa dibujada en sus labios mientras luchaba por contener la risa. Cavendish por supuesto no tardo en responderle evidentemente molestó: "Oh, porque es tan gracioso, ¿verdad? Gracias por iluminarme; claramente no me había dado cuenta ". La cara de Cavendish se pinto de un rojo tomate.

"Pero en serio, ¿dónde estamos?" La pregunta que los había estado atormentando por fin había sido sacada a la luz.

"¿No deberías saberlo? Después de todo, este es tu reino..." preguntó Sabo genuinamente curioso.

"Si lo supiera, no lo habría preguntado, ¿verdad? Lo mejor que puedo ofrecer es lo que ese mocoso me dijo" Respondió un frustrado Cavendish, mientras se frotaba la frente.

"¡¿También te trajo un niño?!"

"Sí, y supongo por tu reacción que a ti también. ¡Genial! Ambos fuimos arrastrados aquí por unos niños fantasmas para demostrar nuestro valor, ¡Que cliche!" Cavendish pateó una piedra en su frustración.

"¿Demostrar nuestro valor? El mío no mencionó nada de eso" comento Sabo con la mano en su barbilla mientras reflexionaba más tranquilamente la situación.

"El mío me dejo un acertijo que irónicamente gira en torno a las arañas" admitió Cavendish, ajeno al hecho de que el entorno comenzaba a cambiar mientras hablaba.

"De todas las cosas, ¿por qué arañas? No son impo..." Se detuvo cuando Sabo le puso una mano en su hombro, para hacerle saber que algo estaba pasando.

"No me digas que..." dijo Cavendish.

Cavendish re dirigió su mirada hacía el frente. Lo que vio hizo que su mandíbula cayera y sus ojos se abrieran incrédulos.

Ante ellos se encontraba una araña colosal, sus ocho patas correteando por el suelo con una precisión espeluznante.

"¿Decías?" murmuró Sabo con preocupación.

Cavendish tragó saliva, su valentía momentáneamente reemplazada por el miedo. "Yo..no me refería a..esto".

La araña emitió un siseo bajo sus mandíbulas chocando ominosamente. Parecía haber sido convocada por la mera mención de su nombre, una muestra de el poder de este laberinto.

Polluelos / ASL ONE PIECE FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora