Polluelos / ASL ONE PIECE FANFIC

WENDY DARLING

"Somos luz de estrellas, luz de estrellas, ooh, ooh, luz de estrellas".

La melodiosa voz de Wendy atravesó el viento, llegando al corazón de los miles de presentes. Sus palabras transmitían un mensaje aún más profundo que el fondo del mar.

"Suspende tú creencia, y observa el sol mientras circula".

Miles de luces parpadeantes bailan a su alrededor mientras dos rayos de colores apuntan directo donde ella baila.

"No hay comparación con la luz que veo en tus ojos, cómo me inspiran".

Con un gesto invitador, su mano se extendió hacia la audiencia, llamándolos a unirse a ella en un viaje más allá de las estrellas.

"En la atmósfera, podemos
desaparecer, desaparecer, dos corazones chocarán".

Sabo no podía sacudirse la sensación de inquietud que le provocaba toda está situación. Era algo inexplicable, era como estar dentro de un sueño, o un recuerdo.

Todo esto insinuaba una conexión con aquel acertijo y aquél laberinto.

Por ello prestó suma atención al espectáculo. Decir que permaneció intacto, sería mentir; no pudo evitar derramar lágrimas y contener el aliento por momentos.

"¿El viento se llevó todas sus preocupaciones?" La pregunta de Wendy resonó en todo el estadio, recibiendo miles de aplausos y gritos eufóricos.

"Con el viento como mi guía, me despido, ¡Wendy fuera!" Como una ráfaga de humo, desapareció.

Sabo se quedó desconcertado, presenciando otro cambio en su entorno, que lo transportó a una habitación rosada como los chicles o la cara de Luffy cuando se enoja.

"¡Fue algo fuera de este mundo! ¡Definitivamente naciste para brillar, una verdadera joya andante!" Stella, una famosa fashionista, exclamó mientras giraba alrededor de la pequeña Wendy.

"¡El vestido que diseñé para tu presentación realmente te hizo brillar!" Los ojos de Stella brillaban con emoción mientras la pequeña Wendy se mantenía en solamente responder con una pequeña e incomoda sonrisa, nada comparado a las sonrisas tan confiadas que llegaba a lanzar al público.

"¡Stella, respira! Recuerda que estás acá para vestirla para los demás eventos que tenemos que atender hoy, no para estos espectáculos!" le recordó Prescott, el dedicado guardaespaldas y cuidador personal de Wendy, de manera severa.

"¡Buuh! ¡Eres un amargado!" Stella se quejó, haciendo un puchero.

"Yo no soy un amargado, ¿verdad, Wendy? ¡Tú no puedes estar de acuerdo con ella!".

Esa fue la gota que derramó el vaso de Wendy, haciendo que ella estallara en carcajadas incontrolables.

"¡Wendy!" Ambos adultos exclamaron, sintiéndose avergonzados.

"Lo siento,pero los dos..." Prescott y Stella se acercaron, curiosos por escuchar lo que Wendy tenía que decir.

"...son graciosos" La inesperada respuesta de Wendy los dejó sorprendidos. Y con un sentimiento calido en sus corazones que estiraba sus labios en una delicada sonrisa.

"Vamos Wendy tengo que prepararte..." Stella añadió mientras sus mejillas se tornaron rosadas como fresas.

Prescott se rascó la cabeza, con una sonrisa creciente mientras miraba a las damas alejarse, camino al vestuario.

"Mira este, ¡Es perfecto!" Stella se apresuró hacia Wendy, sosteniendo un vestido azul pastel sin tirantes con estampado a cuadros.

El vestido era modesto pero hermoso.