El juego de quererte en secreto [Chiara OT 2023]

¿Favoritismos o gobernada?

— Me alegro mucho que hayas escogido tu clase extra conmigo, cielo.— Le dijo Abril aquella tarde del viernes, mientras tanto ella como Elizabeth entraban a la clase de la mayor. La francesa rió suavemente, alzando ambos hombros.

— Con esta canción necesito más que nunca tus clases.— Susurró sentándose en la silla, poniendo ambas manos sobre su frente.— No se como hacer para cantarla entera sin pararme a mitad de canción, Abril.— Habló en mitad de un suspiro.— Casi no he sido capaz de grabar la versión estudio esta mañana. 

— Pero eso es porque...— Abril pensó unos momentos en como decir lo que tenía pensado, y juntó sus manos.— Porque tu cuerpo ha creado un mecanismo de defensa que hace que cuando se siente sensible se bloquea, se queda callado y no sabe como reaccionar. — La menor alzó ambas cejas, pues sabía que Abril tenía razón. Se mordió el interior de la mejilla y volvió a mirar hacia Abril.— Es algo que suele pasar a mucha gente, pero tenemos que intentar evitarlo, porque yo se que tú puedes transmitir muchísimo con esta canción, y de hecho vas a hacerlo, Elizabeth.  

— Ya, pero... ¿cómo?

— Bien, levántate.— Elizabeth se levantó de su sitio y se puso de pie, mirando hacia los sofás que había allí.— Quiero que cierres los ojos y te imagines sentado o sentada en ese sofá a alguien que te haga sentir bien, a salvo, segura, no juzgada. — La rubia le hizo caso y cerró sus ojos.

Por unos momentos pensó en imaginarse a sus padres, pero... ¿realmente no se sentía juzgada con ellos? Una pequeña mueca llegó a su rostro, por lo que se imaginó a sus hermanas sentadas allí, y, en medio de ambas, sin ella quererlo, apareció la imagen de Chiara, sonriéndola, mirándola orgullosa. También sin quererlo, una pequeña sonrisa se instaló en su rostro.

— ¿Tienes a las personas? — La francesa asintió de manera suave y Abril sonrió.— Bien, quiero que te imagines que te dicen cosas bonitas, que te apoyan y te dicen lo mucho que te quieren, ¿sabes?

Y, así lo hizo. Sus hermanas, sobre todo su hermana mayor, le repetía constantemente que estaba orgullosa de ella, su hermana pequeña... ella era un caso aparte. Y después se imaginó a Chiara, como alguna noche atrás, cuando se dijeron "te quiero" por primera vez, todos los momentos junto a ella.

— Por último, imagina que toman tu mano, que se levantan del sofá y caminan hacia ti, haciéndote sentir acompañada y querida. — Siguió Abril, viendo, por el rostro de Elizabeth, que su ejercicio estaba funcionando. 

Tal y como le dijo, Elizabeth se imaginó a sus hermanas y a Chiara caminando hacia ella, se imaginó como Chiara le abrazaba por la espalda, como Claire, su hermana mayor, le ponía una mano en su hombro y como Cassie, su hermana pequeña, le golpeaba en la tripa, su forma de demostrar cariño. 

— Bien, ¿tienes la imagen? — Elizabeth asintió suavemente, sin borrar su sonrisa.— Genial, ahora... empieza a cantar, imaginando que es una historia que le estás contando a esas personas, solo a ellas. 

La rubia asintió suavemente y abrió los ojos, imaginándose de nuevo toda la escena que había tenido que imaginar, y empezando a cantar. Abril la miraba desde detrás de ella, y, cuando la menor terminó, paró la música, casi llorando. Elizabeth, se quedó unos segundos en shock y, después, se lanzó a abrazar a Abril.

— Gracias.— Susurró en mitad del abrazo, notando como se le caían un par de lágrimas. 

— Ay cariño, no hay de que.— Le respondió Abril en mitad del abrazo.— Si sientes que vas a bloquearte en cualquier momento, recuerda a esas personas, imagina que les estás cantando la canción solo a esas personas, ¿vale?

La rubia asintió nuevamente y apretó algo más el abrazo, dejando que las lágrimas cayesen por sus mejillas, sin preocuparse por disimularlo o por parar.