Miedo

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— ¡Elizabeth! ¿Te puedes hacer una foto con nosotras? 

— Si, porfa, ¡eres nuestra favorita!

— ¡Te votamos todas las semanas! 

Elizabeth rió suavemente y se puso para hacerse una foto con esas tres chicas, que no pasarían los trece años. Todas se pusieron a saltar después de la foto y después gritaron de nuevo, mirando hacia atrás de Elizabeth. Esta sintió unas manos sobre sus ojos y rió, sabiendo perfectamente quién era.

— Martin.— Susurró dándose la vuelta y abrazando al bohemio.— ¿Qué tal tus vacaciones por la zona pija de Bizkaia? — Martin rió suavemente y se puso también para una foto con las tres chicas, y después contestó a la pregunta de la rubia.

— Bastante bien, hemos visto la gala de Navidad como diez veces.— Rió Martin, mientras ambos andaban hacia donde era su entrada al vuelo.— Mis hermanos te aman y dicen que tienen que darnos otra canción juntos.— Elizabeth rió suavemente, sentándose en una silla.

— Mi hermana menor está obsesionada contigo y con Juanjo.— El getxotarra se sonrojó de manera muy suave.— Dice que su actuación favorita es la de God Only Knows.

— Normal, la mía también.— Ambos rieron y siguieron hablando de otras cosas mientras esperaban al vuelo.

...

Aterrizaron. Y según el avión tocó tierra firme, a Elizabeth le recorrió un escalofrío, seguido de, de nuevo, las ganas de vomitar. Hasta ese momento no había asimilado todo lo que había pasado en poco más de un día, todo lo que pasaría a partir de ese momento, a partir de su llegada a la academia.

A juzgar por las horas, ya que el vuelo se había atrasado, ambos suponían que iban a ser los últimos en llegar allí. Se montaron en un taxi después de hacerse muchísimas fotos con muchísimos fans en el aeropuerto, y fueron hacia la academia, mientras Elizabeth sentía como su estómago se iba cerrando cada vez más y más.

El coche aparcó y la rubia sentía que en cualquier momento se caería al suelo desmayada. Salieron del taxi y un par de personas fueron a por sus maletas, mientras ellos entraban a la academia y subían las escaleras.

Llegaron a la puerta. Elizabeth suspiró y Martin la abrió. Dieron un par de pasos y vieron como todos, que estaban en la terraza, se levantaban corriendo para ir a donde ellos, a saludarles. No tardó ni dos segundos en verla, y por ese mismo motivo no tardó ni dos segundos en sentir su garganta cerrándose casi por completo.

Ruslana fue la que primero llegó a donde ella, envolviéndola en un fuerte abrazo y haciendo que Elizabeth dejase de mirar a la pelinegra para corresponder a su abrazo. Terminaron dándose un abrazo grupal, con Martin y Elizabeth en el medio. Cuando se separaron, Ruslana unió uno de sus brazos con los de su mejor amiga.

— Tía, tus hermanas me caen de puta madre.— Mencionó Ruslana, y Chiara, cuando lo escuchó, frunció el ceño.

— Y a mí, tu hermana pequeña es super mona.— Añadió Naiara uniéndose a ellas, y la inglesa llevó su mirada a ella esta vez. 

— Y parecen mucho más majas que tú.— Se burló Juanjo, haciendo que Chiara quisiera golpearse contra una pared. 

— Y sois iguales, dios por un momento pensé que tu hermana mayor eras tú.— Siguió hablando Denna, y la pelinegra ya pensó que era algún tipo de broma. 

¿Acaso Elizabeth había hablado con todo el mundo menos con ella? 

— Mi hermana casi me quita el móvil de las manos cuando se enteró de que estaba hablando con Elizabeth y con Juanjo.— Siguió Martin, mientras el grupo salía de nuevo a la terraza.

El juego de quererte en secreto [Chiara OT 2023]Where stories live. Discover now