GREEN

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—¿Necesitas ayuda? Me da la sensación de que estás un poco perdida  —comentó el chico que tenía justo en frente.

—Perdona, ¿te conozco de algo? —pregunté totalmente confundida.

—Soy Bryan, Bryan Lodge —respondió al instante —. ¿Y tú como te llamas?

—Danielle Stone.

—Encantado de conocerte Danielle —me ofreció la mano para estrechársela y así lo hice— ¿Qué haces aquí sola?

—Estaba buscando a un amigo, pero no le encuentro por ningún lado.

—Quizá pueda ayudarte a encontrarlo —se ofreció—. ¿Cómo se llama?

—Theodore Wood.

—Wood se encuentra en la cocina, si quieres te puedo acompañar hasta allí —asentí, y me guió hasta la cocina, donde en efecto, se encontraba Wood.

—Theodore Wood —pronuncié por encima de la música para que me pudiera escuchar.

—Vaya, Danielle Sto.. —comentó mientras giraba sobre sus talones, pero se calló nada más ver a mi acompañante— ¿Qué haces aquí con él? O más bien, ¿qué haces tú aquí? —esta vez se dirigió a Bryan.

—Espera un momento —miré a Wood y después a Bryan—. ¿Acaso ya os conocíais de antes?

—Digamos que hemos tenido nuestros más y nuestros menos —contestó Lodge con una sonrisa burlona.

—¿Perdona? —noté como la mandíbula de Wood se tensaba—. Ya te estás largando de aquí, antes de que te eche yo mismo a patadas.

—¿Me estás amenazando? —Bryan dio un paso hacia delante.

—Parad, los dos, esta situación es totalm... —y cuando me quise dar cuenta el puño de Theo había volado hacia la cara de Lodge.

Intenté meterme entre medias de los dos, con el fin de poder separarles, pero era algo totalmente inútil, no dejaron de lanzarse puñetazos el uno al otro, hasta que vinieron los amigos de ambos y les separaron finalmente.

—¿Estáis mal de la cabeza o que coño os pasa? —les grité, pero mi mirada estaba centrada en Wood, era él el que más me preocupaba.

—Fuera de mi casa —echó la cabeza hacia un lado, y escupió sangre—. Largo.

—Esto no se queda así —y salió de la cocina para dirigirse a la calle.

—¿Me puedes explicar que acaba de pasar? —le pregunté a Wood—. ¿Te crees que esas son formas de hablar a las personas?—me fijé que una mejilla suya se estaba tornando a un color morado.

—Aquí no vamos a solucionar nada, ven conmigo  —me cogió de la mano y me guió por todo el salón, esquivando a todas las personas que se encontraban en la fiesta, subimos las escaleras, y acabamos en una habitación. Theo encendió el interruptor de la luz .

Las paredes tenían un color blanco, pero por encima había algunos pósteres de bandas de música que yo desconocía totalmente, al fondo de la habitación había un escritorio, y a la derecha de este había una estantería llena de trofeos, la cama se encontraba pegada a una esquina de la pared y los armarios estaban justo en frente de esta.

—Vaya, nunca pensé que estaría en el cuarto de Theodore Wood.

—Este no es mi cuarto, era el de mi hermano.

—Lo siento, yo no quería...

—No te disculpes, no pasa nada —suspiró y se echó el pelo para atrás.

—Siéntate en la cama, voy a bajar a la cocina a por una bolsa de hielos para que se baje un poco la inflamación que tienes. No salgas de aquí —abrí la puerta y me dirigí a hacia la cocina.

Abrí el congelador y cogí una bolsa de hielos, cuando volví a la habitación me encontré a Wood tumbado en la cama.

—Aquí tienes —le ofrecí la bolsa de hielos y él se la colocó en la mejilla derecha, a la vez que se incorporaba.

No entendía como Wood había podido perder los nervios tan rápidamente, nunca le había visto tan enfadado como aquella vez, sus ojos estaban cegados por la ira.

—Yo... —apretó los ojos y suspiró—. No sé por dónde empezar —le temblaba la voz—. No sabía que ese gilipollas iba a estar aquí, ni si quiera sabía que tú ibas a estar aquí joder. Supongo que perdí los nervios demasiado pronto. Lo siento mucho Stone, no tendrías que haber visto algo así.

—No te disculpes Wood, no pasa nada.

—¿Puedes hacer que todos se vayan? —asentí—. Ya no me apetece que todo el mundo esté aquí, busca a Joe, él se encargará de que todos salgan a patadas de aquí.