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Tras el vuelo de Japón en el que casi muero entre fans y empujones, llegamos al hotel. A todos nos dan una habitación para dos personas, donde nos instalamos y descansamos del largo e incómodo viaje. Hye comparte el mismo cuarto que yo, lo cual hace que todo sea más llevadero y divertido ya que no ha parado de decir tonterías debido al sueño; según tengo entendido, ella no puede dormir en los vuelos, pues teme a las alturas. A decir verdad, fue entrar y tropezar con la cama. Yo prácticamente la abracé, Hye se fundió con ella.

Cuando nos despertamos eran las seis de la tarde, habíamos llegado a Japón de mediodía, así que habían pasado seis horas, y ambas pedimos comida al servicio del hotel.

Después de comer ramen en silencio, Hye sugirió visitar a los chicos.

—Estarán con las prácticas ahora mismo. Este hotel tiene gimnasio —me informó.  

—¿Es obligatorio ir?—pregunté. 

Hye dijo que no, pero no me quería dejar sola en la habitación. Os puedo prometer que, por un momento, vi un poco de Young en Hye porque dijo que tenía que salir de mi zona de confort.

—¿Me estás llamando antisocial?—fingí ofenderme. 

—Un poco—me respondió con una sonrisa.

Aunque me resistí al principio, al final, acepté; la razón de que no quisiera ir era por pereza, y el punto a favor de que fuera era que no quería estar sola conmigo misma. Así que, en cuanto terminamos de hacer el vago, salimos de la habitación camino al gimnasio.  He de admitir que lo único que hice era seguir a Hye ya que ella había venido más veces que yo; siempre venían al mismo hotel cuando estaban en Japón.

El camino fue más largo de lo que me esperaba. Desde fuera el hotel no se veía tan grande, así que me quejé.

  —Me han vendido otra cosa—comenté—. Esto un timo. Me vendieron algo más pequeño y al final resulta que es más grande.

Hye se rió por mi tontería.

—¿De qué te ríes?—fingí molestia.

—De nada.

Después la llamé pervertida. 

___

Cuando llegamos, entramos sin avisar y unas fuertes risas nos bombardearon. Al principio no entendimos nada, pero solo nos basto ver a Jungkook y V rodar por el suelo para saber que nos habíamos perdido algo importante. Ambos se mostraban molestos y avergonzados.

Hye, con toda la curiosidad del mundo, fue la primera en preguntar qué había pasado y, cuando Jin se ofreció a respondernos, Jungkook le cubrió la boca.

—Cosas de chicos, ¿verdad, Hyung?—la manera en la que lo dijo sonaba a amenaza.

Jin asintió segundos antes de lamerle toda la palma de la mano al maknae, el cual se quejó y puso una expresión que no creo poder olvidar. A continuación, nos reímos. Todo era demasiado absurdo y decir que ellos dos estaban como unos tomates era poco. Así que, sintiendo pena por ambos decidí suavizar las cosas preguntando cómo llevaban las prácticas. J-Hope respondió con un aburrido y un casando suspiro, por lo cual surgió su repentina sugerencia de enseñarnos la coreografía tanto a Hye como mí.  

Hye estuvo de acuerdo con ello, yo me negué con un rotundo no.

—¿Por qué no?—preguntó Jimin—. Si te preocupas por bailar mal piensa que no puedes hacerlo peor que Jin y Rap Mon.

—¡Tampoco somos tan malos!—saltó el líder con una tímida sonrisa que dibujaban sus labios.

Jimin alzó una de sus cejas.

Cicatrices - BTSWhere stories live. Discover now