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Me quité las mantas de encima y me estiré. Rodé sobre la cama y anduve mirando el móvil hasta terminar de despertarme. Aunque eso parecía imposible, porque, irónicamente, me sentía cansada de descansar. Tenía sueño, da igual cuántas horas hubiera pasado durmiendo; a mis párpados todavía les costaban mantenerse abiertos. En realidad, cada vez que me despertaba era como si la pereza decidiera convertirse en aire y hacer presión en mí para no salir de la cama.

Según mi reloj, llevaba durmiendo catorce horas y dos horas más dejándome ganar por esa presión. Eso sin incluir el ruido que se escuchaba desde abajo. En un principio pensé que Young y Kwan estaban demasiado animados para lo que había pasado el día anterior, pero después me percaté de que había más voces, así que concluí que había invitados (cosa que me animaba a estar más rato en cama).

Suspiré. Ahora mismo el techo me parecía más interesante que cualquier otra cosa, sin ignorar el hambre que me vaciaba poco a poco. Y las terribles ganas de volver a dormir me tentaban, pues estas superaban la falta de alimento en mi estómago. De hecho, casi lo hago. Estaba relajada y la comodidad de mi cama me abrazaba; la presión dejaba de existir, porque había ganado. Y el ruido se convertía, con lentitud, en silencio. Era como si me estuviese dejando llevar por una corriente de agua. Los brazos de morfeo me rodeaban. Estaba a la deriva y no me importaba. Incluso, el vago pensamiento de que no quería volver a despertar, pasó por mi cabeza. Fue algo sutil, y, aunque era peligroso y amenazante, yo no lo sentí de esa manera. Yo estaba tranquila, mi mente, mi cuerpo, todo de mí lo estaba. Lo único que necesitaba en ese instante era dormir, porque me agradaba la sensación, porque me sentía segura, porque no había problemas, solo paz, porque mi cuerpo me lo pedía.

Me habría gustado que ese momento hubiera durado por muchas más horas, porque el grito que escuché de abajo me volvió a despertar de un susto. Ahora me encontraba furiosa. No solo tenía que aguantar el ruido y el molestar del cansancio, sino también lo que parecía ser una pelea. Y, ni siquiera, me permitían el lujo de ignorarlo. Así que, pateé la sábana, esa misma que me había quitado de encima minutos atrás. Ahora no había presión, por lo cual, pude levantarme sin siquiera llegar a dudarlo. A continuación, abrí la puerta de mi habitación y bajé al piso de abajo.

Me daba igual quienes fueran. Estaban en mi casa, en mi territorio y el que fueran invitados (pero no míos), no les da el derecho de hacer todo el ruido que quieran. Por lo tanto, en el segundo que pisé el salón apagué la televisión con el mando que había encontrado en el suelo. Cuando hice eso, capturé su atención. Eso significa que se giraron para verme en total silencio.

—¡¿Quién demonios os creéis que sois?! —les grité— ¡¿Quién os ha dado el permiso para entrar?! ¡¿Dónde están Young y Kwan?! ¡¿Qué hacéis jugando con MI play?! ¡¿Quién os ha dado la autorización para hacer lo que se os viene en gana?!

Sin duda, estaba furiosa. Tenía unas terribles ganas de mandarlos a la mierda y me daba igual que fueran mis jefes o mis compañeros de trabajo. BTS o no, jugaron con mi sueño y eso tiene consecuencias. Pero el que no respondieran a mis preguntas y permanecieran envueltos en esa tensión y silencio me enfadó más aún.

—¡Responded!—exigí.

Aunque no lo pareciera, me estaba conteniendo bastante. Si no lo hubiera hecho ya los habría llamado trozos de mierda.

—Young y Kwan salieron a hacer una revisión al médico hace veinte minutos. Dijeron que vendrían en una hora, ellos nos dejaron pasar. Mencionaron que podíamos entretenernos viendo películas o jugando a algunos videojuegos. También nos avisó que estabas en tu cuarto, pero no nos dijo que estabas durmiendo —respondió un relajado Yoongi—. De todas formas, llevamos horas aquí.

Fulminé a Suga con la mirada, lo cual no parecía afectarle, pero a los demás sí. Caminé hacia ellos y coloqué mi ojos sobre V, quien estaba nervioso y sudoroso. Por lo que podía deducir, Jungkook y él se estaban peleando por uno de los mandos de la play mientras que J-Hope sostenía la otra pareja.

Cicatrices - BTSWhere stories live. Discover now