dieciséis

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Hoseok se subió al asiento del copiloto y cerró la puerta de la furgoneta de un golpe, apresurándose en ponerse el cinturón mientras le gritaba a su amigo para que arrancara rápido.

Entre sus manos sujetaba una caja de color negro que dentro contenía lo que esperaba que fuera la dosis de Jungkook. Abrió la caja para comprobarlo. Estaba dentro. Suspiró, aliviado.

Kim debería de darle un repasillo a su sistema de seguridad... pero supusieron que se encontraba demasiado ocupado estando entre las piernas de su amado como para darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor.

Hoseok justo acababa de colarse en los aparcamientos del edificio, había noqueado a un pobre señor repartidor (sus disculpas, no le quedaba otra) y había robado una de las treinta cajas que podían haber en su camión.

Fácil. Demasiado fácil.

El teléfono de Namjoon sonó de repente, el mayor lo tomó del bolsillo de la chaqueta de su amigo y contestó por él.

- Yoongi, ¿qué pasa? -preguntó.

- El chico está muy débil. ¿Cuánto os queda para llegar?

- ¡N-no lo sé! ¿Unos diez minutos? -hizo una pausa para intentar pensar en algo- Vale, necesito que vayas preparando todo el material que necesites para trabajar. Llévate a Jungkook contigo para tratarle directamente en cuanto tengas el antídoto terminado. ¿Puedes ponerme con él?

Hubo un breve silencio hasta que se oyó algo por la otra línea.

- ¿Hoseok?

- Jungkook, tienes que aguantar un poco más. Yoongi está allí, si necesitas algo pídeselo. Nosotros llegaremos pronto. Acompáñale a donde él te diga, por favor. Te quiero.

Se dió cuenta de sus últimas dos palabras segundos después de haber colgado el teléfono. Le golpearon tan fuerte que por unos instantes no sintió que se encontraba dentro de un coche a toda velocidad con una caja de "droga" en su regazo. Palpó el cartón de nuevo, en un instinto de sentirse a salvo. Seguía ahí.

- Hoseok, ehmm... o esa furgoneta es de la empresa de pastelería Kim... o nuestro Kim nos está persiguiendo.

El mayor se giró sobre sí mismo, mirando por el retrovisor, asustado. Efectivamente, una furgoneta negra de seguridad de Kim les seguía la pista varios metros más atrás. Volvió a apoyar su espalda contra el respaldo de asiento y miró a su compañero.

- Vale, necesitamos un plan. No podemos entrar directamente al edificio, nos perseguirían y nos acorralarían.

- Tengo una idea.

( . . . )

Lo primero que vieron los trabajadores de Kim que perseguían el vehículo de la empresa contraria fue la figura de un hombre saliendo de la furgoneta que acababa de aparcar bruscamente en un parking de un supermercado y corriendo en dirección contraria a ellos, con una caja en la mano.

La verdad es que no entendieron nada, pero sabían que tenían que reaccionar rápido. Los tres bajaron de su vehículo para empezar a correr tras de él, en una persecución casi interminable. Hasta que, para su suerte y su desgracia, se toparon con un callejón sin salida muy oportuno.

El muchacho chocó contra la pared, espalda pegada a esta, y fue agarrado por los brazos por dos de los tres hombres. La caja cayó al suelo, y el restante la recogió.

- ¿Qué clase de idiota se metería en este callejón?

Namjoon soltó una pequeña risa entre dientes. Le miraron, algo confundidos. El hombre abrió la caja de cartón con fuerza, aunque no le hizo falta, porque ya estaba abierta.

Estaba vacía.

( . . . )

Hoseok corría, mejor dicho, casi volaba subiendo las escaleras del edificio. No tenía tiempo de esperar al ascensor. Tenía que llegar lo antes posible al laboratorio donde le estaban esperando Jungkook y Yoongi.

Ya que no se ubicaba en un piso tan elevado, pudo llegar rápidamente. Jadeando, intentando recuperar el aliento, llamó a la puerta. El mayor le recibió, con su bata blanca y sus gafas de prescripción. Entró a la sala y sus ojos se fueron directamente a Jungkook, al borde de estar moribundo recostado en una camilla. Se sacó del abrigo la jeringuilla y se la cedió a Yoongi, que inmediatamente se puso manos a la obra.

- Jungkook -llamó Hoseok, aún bastante cansado-. Estoy aquí. Pronto terminaremos con esto, ¿vale?

El más joven soltó un débil sonido de afirmación y Hoseok besó su frente, antes apartando su flequillo con la palma de su mano.

- Voy a usar solamente una parte del líquido, por si tenemos que realizar otro tipo de pruebas -aclaró el científico-. Hay que esperar un par de minutos para que se disuelva en la solución que he hecho antes. Pero, prácticamente, ya está todo.

- Bien.

El teléfono de Hoseok comenzó a sonar. Era Namjoon, respondió de inmediato.

- Vale, Hoseok, no te asustes. Unos empleados de Kim acaban de darme una paliza, y es bastante probable que ya estén dirigiéndose hacia allí. Puede que el hijo de puta de Kim también esté yendo para allá, les he oído hablar por teléfono. Intentad poner a salvo al chico y a la droga... yo intentaré ir en cuanto pueda levantarme del suelo...

- Mierda... de acuerdo.

Pero ya era demasiado tarde. Un disparo retumbó por los pasillos de todo el bloque de oficinas y los tres se miraron los unos a los otros asustados.

Kim había entrado en el edificio.


***

Nota de la autora:

Vale, creo que este es el penúltimo capítulo. Voy a intentar escribir el último algo más largo que todos los anteriores por obvias razones y, además, creo que también escribiré un epílogo.
Los estudios me están matando, pero creo que podré sacar tiempo para escribir esas dos últimas partes al menos por las noches :)
Muchas gracias por el apoyo!! Me alegra muchísimo que la gente lea esta historia y le resulte entretenida!
Nos vemos pronto!!

(quería dejaros un gif hopekook pero no me deja ponerlo, lo siento)

no gods, just us | hopekook +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora