cinco

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por el culo te la

(...)

─ Emm... claro, está bien.

La cabeza de Jungkook daba vueltas. Tal vez hubiera sobrado esa última copa. O las tres últimas. No podía negar una invitación. Y la de ahora mismo tampoco. Las cosas habían escalado tan rápido, un día conoces a un tío bueno y al otro te lo tiras... ¿o todo había pasado en el mismo día?

─ Hoseok, por dios, mete ya la contraseña. -se quejó Namjoon.

─ No puedo, no veo bien.

Namjoon rodó los ojos.

─Dime la contraseña.

─ 597248.

Cinco nueve siete dos cuatro ocho...

Al sonido electrónico y al click de la cerradura, entraron en la habitación. Jungkook no tardó en quitarse los zapatos y tirarse de plancha en la cama. Los dos mayores decidieron dejarle descansar un corto rato mientras se besaban. Hoseok inclinó la cabeza hacia el lado contrario de la de Namjoon, que sujetaba la cintura del mayor con una mano. Al separarse, ambos miraron hacia la cama. Jungkook se enredaba entre las sábanas de su cama sin hacer, buscando la atención de sus mayores.

─ Joon, quiero enseñarte algo. -dijo Hoseok.

Con tres cortos pasos se situó frente a Jungkook, entre sus piernas, y le hizo un gesto para que se levantase. Ya sentado, Hoseok colocó su dedo pulgar en el labio inferior del menor, haciendo que abriera la boca y que mostrara la pequeña bolita plateada que guardaba en su lengua. Estableció contacto visual con Namjoon, que ahora estaba al lado de Hoseok, observando su boca.

─ Joder... -suspiró Namjoon.

─ Deberías probarlo... probarle...

En pocos minutos Hoseok ya le había quitado toda la ropa a sus dos acompañantes, y ahora se encontraba de espaldas a Namjoon y cara a cara con Jungkook, apretado entre sus dos cuerpos. El estar vestido podría resultarles intimidante, pero el mayor sentía todo lo contrario. Era como si fuera él el único desnudo. Las manos de Jungkook recorrían su pecho encamisado, mientras las de Namjoon se colaban entre sus pantalones y su ropa interior, todo esto siendo besado por el más jóven que emitía unos sonidos húmedos de vez en cuando. Cada vez que Namjoon rozaba la punta del miembro de Hoseok a través de la fina tela de sus calzoncillos, acompañaba esos sonidos húmedos con pequeños quejidos.

─ ¿Así que va a ser así esta noche, eh? -preguntó Hoseok, sabiendo la respuesta.

Pero respondió él mismo, echando una mano hacia atrás y agarrando con fuerza el culo de Namjoon, mientras era besado en los labios por el otro. Jungkook pasó una mano por su cuello, sosteniendo su cabeza por la nuca firmemente. A los pocos segundos Hoseok ya se había sentado encima de Jungkook, que se había recostado sobre el colchón tras de él.

─ Namjoon... -llamó Hoseok- ...sé que te gusta hacer esto... ya sabes...

El mayor meneó las caderas, haciendo que su entrepierna vestida rozara con la desnuda de Jungkook. Dolía. Namjoon se arodilló detrás de los dos y tomó con fuerza ambos lados separados por la costura central del pantalón de Hoseok. Aunque le costó un poco, la tela se rajó por la mitad, dejando a la vista su ropa interior, que después también fue rota más fácilmente. No era la primera vez que hacían eso, y no era la primera vez que llevaría a arreglar unos pantalones. Utilizando un bendito sobre de lubricante, los dedos de Namjoon se colaron en la cavidad de Hoseok. Este echó la cabeza hacia atrás, para intentar observar la escena, pero su vista sólo alcanzó a ver la cara del chico, sus ojos oscuros, sus labios entreabiertos. Gimió mirándole a los ojos.

Cuando ya estuvo preparado recibió un apretón de cachete de Namjoon, que aprovechó el lubricante que quedaba en sus manos para empapar el pene de Jungkook, aunque no hacía mucha falta porque Hoseok seguía rozando su miembro y estaba cubierto con pre-sémen. Hablando del muchacho, seguía recostado mirando a Hoseok, sin pronunciar palabra salvo unos leves ruidos.

─ Namjoon-hyung -llamó Jungkook, pillando al mayor desprevenido-, quiero chuparte la polla.

Esa petición, no, esa demanda hizo que la sangre de Namjoon hirviera y se dirigiera toda hacia su miembro. Tragándose un gemido se levantó de donde estaba y rodeó la cama, encontrándose con la cabeza de Jungkook colgando del colchón. Su cuello estaba expuesto, demasiado limpio de marcas de amor. Pero ahora sólo podía centrarse en su mano. Su gran mano recorriendo sus genitales. Cambió a la derecha porque la había lubricado para trabajar mejor, ahora sus dedos se escurrían alrededor de la carne, a veces se le escapaba y Namjoon acercaba automáticamente sus caderas porque no quería perder el contacto. Mientras, Hoseok metía sus dedos cubiertos del líquido milagroso en su agujero, dejando caer pequeños sonidos en el pecho de Jungkook.

─ Namjoon-hyung -de nuevo, era Jungkook-, hazlo ya, por favor.

En cuanto terminó esa súplica ya estaba hundiéndose en la boca de Jungkook. No se había percatado de ello antes, pero Namjoon era... grande. Sobre todo hablando de anchura, las esquinas de su boca ardían de dolor cuando llegaba al principio de su garganta.

Hoseok observó las muecas de dolor del muchacho y decidió ayudarle. Con una mano separó delicadamente a Namjoon y tomó él mismo su miembro.

─ Namjoon, yo me ocupo...

Y metió el trozo de carne en su boca, poco a poco, usando su lengua y goteando saliva, que rodaba por su barbilla. Tocó el muslo de Jungkook como si fuera un aviso, para después penetrarse con el chico.

Estuvieron haciéndolo así un buen rato, compartiendo besos y los fluídos que vinieran con ellos, hasta que Jungkook se corrió dentro de Hoseok, que le siguió, y después Namjoon, que lo hizo sin querer en la cara del primero. No estaba acostumbrado a que hubiera una tercera persona.

─ Ah, mierda, perdona Jungkook.

─ No te preocupes, hyung. -le tranquilizó.

(...)

Namjoon ya se había ido a su apartamento, mañana tendría que trabajar a primera hora de la mañana. Pero Jungkook y Hoseok se quedaron solos un rato más. El menor se quedó tumbado en la cama y Hoseok se fue al baño a limpiarse de los fluídos que el otro le había dejado. Cuando salió se vistió y sacó un paquete de tabaco de sus bolsillos.

─ No quiero fumar en tu habitación, ¿vienes a la terraza?

Jungkook miró al otro, se levantó y comenzó a vestirse. Hoseok ya estaba yendo pasillo abajo para salir a tomar el aire. Llamó al ascensor y esperó a que el chico le alcanzara. En pocos minutos el aire frío de la noche rozó sus pieles calientes. A Jungkook le hubiera gustado decirle a Hoseok que sus pantalones estaban rotos pero no le dió tiempo a hablar.

─ Agradecería que no le contaras nada de esta noche a nadie -comenzó Hoseok, encendiendo un cigarrillo-, no por nada, sino porque algunas personas de esta empresa tienen la lengua muy larga. Y Kang es un homófobo de cojones.

─ ¿Alguna vez os ha pillado a Namjoon-hyung y a tí...?

─ No -negó-. O eso creo. Algo que se le da bien a Kang a parte de ser homófobo es dar la vista gorda. Le costaría encontrar hombres mejores que nosotros.

─ Claro... tengo otra duda. ¿Cuánto tiempo voy a tener que estar aquí?

─ Ah. No lo sé. Todavía no hemos empezado con el plan. Pero tranquilo-

─ Hoseok -interrumpió Jungkook-. Necesito que me lo digas para poder calcular el tiempo que necesito.

─ ¿Tiempo para qué?

─ Verás...

no gods, just us | hopekook +18Where stories live. Discover now