no gods, just us | hopekook +18

doce

tw: vómito

* * *

En cuanto Namjoon apareció por la puerta de la habitación, Hoseok le apartó despidiéndose y se encaminó a la sede central de Kim. No tenía plan alguno, ya pensaría en algo improsivado, pero cada minuto contaba. Jungkook estaba en peligro, nadie sabía cuánto más podría aguantar. Sí, estaba a salvo en la cama, Namjoon le cuidaría bien, pero su cuerpo podría fallarle de un segundo a otro.

¿Quién le diría a Hoseok que abandonaría sus misiones para ayudar a su "enemigo"? ¿Seguía siendo su enemigo si le estaba ayudando? Su corazón dolía al pensar que si no lo hacía a tiempo, Jungkook sufriría las consecuencias. Era como un agujero negro que se formaba en su pecho, tragándose todos los momentos de disputa entre ambos y escupiendo todos los besos y caricias que se habían dado el uno al otro.

Y así, sin aún haber salido del edificio, en la puerta de la residencia de las oficinas Kang, Hoseok paró en seco y perdió la mirada en el infinito. Hoseok se dió cuenta de algo.

Estaba haciendo esto por Jungkook.

Ese escozor en el pecho...

Estaba enamorado de Jeon Jungkook.

* * *

Todas las partes del cuerpo de Jungkook se sentían débiles. Se sentía más humano que nunca. Su cabeza pesaba, hundiéndose en la almohada de la cama en la que yacía. Su mente también se sentía débil.

No pudo evitar recordar todo lo que había pasado esos últimos días. Quería vomitar. No, en serio, estaba poniéndose enfermo.

─ Namjoon -consiguió decir, con un hilo de voz-, ayúdame a ir al baño... voy a potar...

En seguida el mayor de los dos rodeó con su brazo al otro por debajo de sus brazos e hizo que se apoyara en él, sacándolo del refugio de sábanas en el que se acurrucaba. Rápidamente llevó a Jungkook al baño, cuyas piernas temblorosas hicieron que cayera al suelo de rodillas, con la cabeza apuntando hacia la taza del inodoro. Su piel ya estaba palideciendo, y sin poder aguantar más, echó todo lo que tenía en el cuerpo al retrete. Namjoon le ayudó a sujetarse el pelo, sentandose en el borde de la bañera de al lado.

Jungkook se ahogaba con sus lágrimas y lo que salía de su boca.

─ Estoy aquí... puedo ir a por... medicina, o lo que necesites...

─ No es eso. -negó Jungkook, entre lágrimas.

─ ¿A qué te refieres?

─ No quiero seguir viviendo así -soltó el menor-, ¡no quiero! Tengo que depender de una droga que me hace hacer cosas horribles. Ahora que estoy consciente, recuerdo perfectamente todo lo que he hecho bajo esos efectos. ¡Joder, Namjoon! ¡He matado a gente! ¡Gente inocente! ¡Gente con familia, con hijos!

Namjoon recordó el papeleo que tuvo que hacer ese día. Cuando Jungkook arrasó con toda una planta de recepción en aquel edificio. En aquellos momentos pensó: "¿Por qué deberíamos ayudar a un empleado de Kim? ". Simplemente confió en las palabras de Hoseok y, bueno, en menor medida, en las de Kang. Tras conocer su caso, pudo ver venir el bajonazo mental del chico al recuperar la consciencia.

─ Jungkook, no te voy a mentir. Lo que hiciste- bueno, lo que hiciste bajo el efecto de esa droga, fue algo ruin, cruel, sin escrúpulos. Pero no eras tú. Era el sicario de Kim. Algo que no anula tus actos y las consecuencias que conlleven. Aun así, sin poder remediar algo tan grave como la muerte, no eras tú.

─ Sigo sintiéndome como la mierda.

─ Jungkook... vete a dormir... -le aconsejó, sin saber qué más decir.