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diez

─ ¡Jimin!

Una ola de serotonina con forma de cuerpo humano entró por la puerta de la oficina. Era Taehyung, casi entró de un salto y su sonrisa no tenía nada que envidiarle a los rayos del sol.

─ ¿Sabes qué? -voceó el chico- ¡Me ha invitado a una cita!

─ ¿De veras?

─ ¡Sí! ¡Vamos a ir a un restaurante! Se me ha olvidado el nombre... pero era un nombre francés, así que seguramente sea muy lujoso...

Su sonrisa se transformó en una mueca de terror en cuestión de segundos.

─ ¡Mierda, Jimin! -exclamó, tomándole de los hombros- ¿¡Qué me pongo!?

─ Vale, primero, tranquilízate.

─ ¡No puedo! -era difícil identificar si Taehyung estaba eufórico o si estaba entrando en pánico.

─ Y segundo, ¿tienes ropa elegante?

─ No.

Jimin le sonrió incómodamente, intentando encontrar una solución al problema, la cual le vino a la mente bastante rápido. Hizo un gesto de "¡ya sé!" con el dedo índice, se levantó y le susurró a su amigo en la oreja.

─ ¿Papa Kim no te deja su tarjeta de crédito?

El otro soltó una pequeña carcajada y negó con la cabeza.

─ Joder -se quejó Jimin-. ¿No puedes pedírsela por una vez?

─ Me da vergüenza pedírsela...

─ Te come el culo en su despacho de día sí y de noche también, ¿cómo te va a dar vergüenza?

─ ...puedo intentarlo...

( . . . )

Con el cerrojo echado, lo único que se podía oír en la sala era el ruido de los labios del jefe y empleado acariciándose no tan suavemente. Hasta que se separaron.

─ Seokjin... -llamó Taehyung, colocando un mechón de pelo detrás de la oreja del otro.

No podía mirarle a los ojos, así que se centró en su boca. Sus labios estaban rojos, podría decir que algo hinchados pero no sabría distinguirlos de como son normalmente.

─ ¿Hm...? -sus manos apretaron la cintura del menor. Estaba sentado en sus piernas.

Ahora o nunca, vamos.

─ ¿Soy guapo, Seokjin? ¿Crees que soy guapo y sexy?

Este chico cada día le asombraba y confundía más. Y no podía decir que no le gustara. Aunque ahora estaba intentando no reírse.

─ Te aseguro que no puedes ser más guapo.

─ Discrepo.

─ ¿Me estás pidiendo dinero para una cirugía?

─ ¡No! -exclamó Taehyung, ofendido.

Se levantó exageradamente de su regazo, cruzó los brazos bajo su pecho y apoyó su trasero en la mesa contigua a ellos.

─ Quiero... ir arreglado a nuestra cita...

Taehyung mordió su labio inferior y miró hacia otro lado. Pudo oír como su amante soltó una risilla y se levantó del sillón donde estaba recostado. Sin decir una palabra, llevó una mano a su bolsillo trasero y sacó una cartera de piel, de donde sacó a su vez una tarjeta de crédito, sujetándola con dos dedos.

─ Sabes que no puedo aumentar tu sueldo porque se vería reflejado en los papeles... -dijo en voz baja- ...pero puedes tomar prestada esta tarjeta cuando quieras. Sé que no estas aquí por mi dinero. Confío en ti.