Capítulo 30

4.2K 746 1.9K
                                    

Primero que todo, muchísimas gracias por todos los comentarios y votos del capítulo anterior ♥️

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Primero que todo, muchísimas gracias por todos los comentarios y votos del capítulo anterior ♥️. No esperaba tanto apoyo, me hizo súper feliz. No puedo explicar lo que me motivó ver tanta gente votando y comentando por primera vez. Mil gracias. Agradezco de antemano a todas las personas que se animen a dejar un comentario en este ♥️. Saben que leo y contesto todos. Gracias por tanto cariño. 

➖➖➖➖

Decidí que esta vez dejaría que las cosas fluyeran de forma natural, tal como sucedió al conocernos. Así funcionábamos, siendo nosotros mismos. La magia entre los dos se hallaba en que nunca debíamos fingir ser nadie más. No me bloquearía intentando ser perfecto, hablaría sin filtro, no me acobardaría de último momento. Estaba decidido a confesar que la quería. No importaba el resto, no le daría poder a mis dudas, sería honesto conmigo mismo.

Aunque eso de hablar sin pensar no debía aplicarse a mi vida entera. Mi madre, que conocía de sobra mi carácter, siempre me advirtió que la peor manera de intentar arreglar los problemas era cuando el enfado tomó el mando, pero quién mide sus palabras o piensa en consejos tras una fuerte decepción. En ese momento el cerebro elimina los filtros, se deja ir sin medir las consecuencias. Aunque supongo que Laura podría disculpármelo, después de todo, padecíamos del mismo mal, decíamos una cosa y hacíamos una completamente distinta.

—¿Sucede algo?

Esa fue la pregunta que inició el terremoto cuando Laura puso un pie en la tienda. Ella sabía la respuesta, se lo gritó mi rostro, no hubo sorpresa de parte de ambos. Fingir era una pérdida de tiempo. Mejor hablar claro desde el inicio.  Para ser honesto, no había planeado qué diría, quizás evitando avivar más el coraje, pero contrario a mis pronósticos mantenerlo al margen solo logró que al enfrentarme a ese sentimiento por primera vez me golpeara con más intensidad.

Contemplé a Laura de pie en el umbral. No la reconocí, a ninguno de los dos. Y dentro de mí pensé que hubiera sido mejor para los dos no volver a vernos, porque no hay nada más duro que alguien, que antes despertó tu cariño, se vuelva un desconocido. 

—Es lo que quiero saber —comenté, haciéndome el desentendido—. ¿Laura, en algún momento te hice algo malo? —lancé directo, para no darle más vueltas. La tristeza oscureció sus ojos verdes—. ¿Fui grosero? ¿Te traté mal? —insistí ante su silencio—. Te lo pregunto porque he estado dándole muchas vueltas y no encuentro otra razón para que te diviertas haciéndome daño.

—Emiliano...

Nunca pensé que escucharía mi nombre temblando en sus labios. La función se acabó, al fin los actores se verían las caras sin caretas. Supongo que en el fondo, más que su engaño, lo que me dolió fue enterarme quién era realmente, darme cuenta que confié en un espejismo.

—¿Por qué le inventaste a Pao que conocía sus sentimientos y me burlaba de ellos? —le reclamé furioso por su mentira. Laura apretó los labios, bajó su mirada aceptando la culpa. De nada servía negarlo—. Sé que lo hiciste, lo que no puedo entender es la razón.

El club de los rechazadosWhere stories live. Discover now