-Floristeria-

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Día 13: Floristería

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Capítulo 3

-En el que Marinette recibe ánimos y flores-

El número 17 de la avenida principal de Market Chipping era, nada más y nada menos, que la vieja floristería cerrada tras los bombardeos que sufrió durante los días más oscuros de la guerra. Ese establecimiento había sido, antes que floristería, la famosa sombrerería de la familia Hatter.

Cuando Marinette acudió a conocer la que sería su nueva propiedad, permaneció unos instantes frente a la fachada, parpadeando perpleja y con las llaves en su mano sin atreverse a entrar.

Ella había acudido en distintas ocasiones a encargar sombreros allí y había admirado el detallista trabajo que Sophie, la hija mayor de la familia, realizaba al crearlos. La recordaba sentada a su mesa de trabajo, probando adornos mientras parecía susurrarles a los sombreros secretos de la vida que llevarían al abandonar la tienda.

Era un recuerdo conmovedor.

Haber conocido a la antigua propietaria hizo que le costara asumir que ahora la tienda le pertenecía. Aunque fue más sencillo cuando se mudó a la casa adosada a la tienda. Según los documentos que la enviaron desde el Palacio real, la propiedad completa abarcaba la tienda que daba a la avenida, y la pequeña casa conectada a ella. Con todo el trabajo que tenía por delante, le pareció lo más lógico mudarse a la casa para estar más cerca.

Y como con todo lo demás, sus padres estuvieron de acuerdo.

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Habían pasado cinco días desde la llegada de la carta del sobrino del rey y durante ese tiempo, Marinette se había dedicado a dos tareas exclusivamente.

La primera, limpiar y adecuar la vieja floristería para transformarla en una tienda de modas al uso. Al menos, como ella se imaginaba que debía ser una tienda de ese estilo. Estaba ansiosa por abrir y como la antigua decoración, refinada pero alegre, no la disgustaba del todo, apenas hizo cambios en la parte abierta al público. Más adelante, cuando tuviera tiempo, reformaría la trastienda y la zona del taller.

Se limitó a limpiar y a llenar las estanterías con adornos para los vestidos y los muestrarios de las telas que le habían ido llegando desde Kingsbury.

La idea que tenía era abrir la tienda para encargos de moda. Así, las gentes de Market Chipping podrían acudir y ordenar la prenda que quisieran a medida. Mientras tanto, iría diseñando y confeccionando sus propios vestidos para después venderlos.

Iba a ser mucho trabajo, pero esa le pareció la mejor forma de empezar su negocio. ¡Y debía dar resultado! Pues Marinette se negaba a defraudar al sobrino del rey que, sin conocerla, había confiado en ella.

Y he ahí la segunda cosa a la que se había estado dedicando esos días; a pensar en la misteriosa generosidad del Caballero para con ella y en las razones que podían haberla motivado. No se le ocurrió ninguna, por desgracia. El Caballero seguía siendo un enigma para todos en Ingary, pues aunque se hablaba mucho de él, apenas se sabía nada concreto.

Aun así, Marinette le tenía en sus pensamientos con frecuencia.

Casi con la misma frecuencia con que otro joven igual de misterioso se empeñaba en inmiscuirse en sus reflexiones.

Maullidos a la Luz de la Luna (Reto Marichat May 2021)Where stories live. Discover now