-¡Ups!-

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Día 18: ¡Ups!

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-Prefacio-

Cuando Marinette vio la sonrisa, traviesa y audaz de Chat Noir aquella noche, presintió que el chico tenía algo en su cabeza a lo que ella debía decir "no".

—Solo una pequeña vuelta... ¡Nadie nos verá!

Al empezar a conocer a Chat de un modo más íntimo, Marinette había desarrollado una habilidad especial para adivinar lo que pensaba a través de sus gestos, sus miradas, su forma de moverse... No solo desde que empezaron a reunirse por las noches, sino que ya como Ladybug era capaz de prever cuando su compañero haría algo inadecuado o cuando tenía una gran idea.

Como ella misma, sin embargo, había afinado esa capacidad y por el modo en que la miraba, supo que estaba a punto de proponerle algo importante. Por como fruncía las cejas; que era algo que no sabía si a ella le gustaría, pero la sonrió con seguridad, así que debía estar convencido de que lograría persuadirla.

Y a pesar de que ella lo notó y pudo anticiparse... no cambió el hecho inevitable de que todo pasara como pasó.

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-1-

El tiempo en Paris estaba un poco loco esos días.

Tras la tormenta de la noche anterior, amaneció un día soleado y con temperaturas altas, casi veraniegas. Los charquitos que decoraban el empedrado de las calles estuvieron secos para el mediodía y ya por la tarde se instaló en el ambiente un desagradable bochorno que duró hasta la puesta del sol.

Cuando Marinette salió de su casa aquella noche para acudir al café secreto, ese calor ya no era tan molesto. Las temperaturas se habían suavizado, y una ligera brisa templada recorría la ciudad. No se molestó en coger una chaqueta y caminó, tranquila, fijándose en la cantidad de gente que también había salido a pasear a esas horas, aprovechando el buen tiempo. La ciudad parecía más despierta y alegre, había familias enteras recorriendo las calles, divirtiéndose en los parques y en las áreas cercanas a los monumentos.

La iluminación de la Torre Eiffel que vio a lo lejos le resultó más bonita esa noche y fue entonces que Marinette notó lo mucho que había mejorado su ánimo desde aquellos oscuros días en los que el estrés y la confusión por sus responsabilidades la atormentaban. Todo seguía ahí pero, ya no sentía la necesidad de pensar en ello cada instante de su día; había aprendido a tomarlo con más calma, hacer pausas para no agobiarse.

Incluso sentía que al pensar en Luka la culpa ya no la estrangulaba del mismo modo.

¿Cuánto había pasado? ¿Quince días? ¿Veinte?

No estaba segura, pero en lugar de pensar en ello, Marinette se detuvo en un cruce y sonrió, balanceándose ligera sobre las puntas de sus pies, pensando en el futuro... En que pronto haría más calor, llegaría el verano y con él las vacaciones; liberaba del instituto tendría menos tareas, podría levantarse más tarde y eso significaba que podría trasnochar más.

Más tiempo en el Café secreto. Más tiempo con su gatito...

Su corazón estaba alegre y no reprimió esa emoción, la acunó en su pecho hasta llegar al callejón que había tras el café. Se aseguró de que Tikki estaba bien en su bolso y tenía galletas de sobra antes de llamar al chico.

Maullidos a la Luz de la Luna (Reto Marichat May 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora