-Noche de Película-

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Día 21: Noche de Película

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Era viernes 21 de mayo y una noche cálida y serena había cubierto Paris.

—Quiero llevarte a un sitio, princesa.

Marinette torció la cabeza como primera reacción. La curiosidad se manifestó, repentina, como un cosquilleo en las palmas de sus manos, espoleada por el brillo de ilusión que crepitaba en las pupilas del héroe. Sin embargo, acontecimientos demasiado recientes la obligaron a ser prudente.

—Después de lo que pasó la otra noche... ¿Crees que es buena idea?

—Pues... —Chat Noir vaciló y eso le llamó la atención—. Esta vez es distinto.

>>. No vamos a estar tan expuestos.

Aunque su expresión y su mirada denotaban el entusiasmo habitual, había algo al fondo de su voz que a Marinette no le sonaba como siempre.

—¿Y a dónde quieres ir?

Ante esa pregunta, el chico agrandó su sonrisa casi logrando que esa nota discordante en su voz se desvaneciera. Pero incluso cuando dijo las siguientes palabras, ella pudo captarla. Seguía ahí, ensombreciendo su animado timbre, como algo fuera de lugar en una habitación ordenada con esmero.

—¡Hoy nos toca noche de película!

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Por un absurdo minuto, Marinette barajó la posibilidad de que Chat hubiera metido una pantalla de cine dentro del edificio del viejo café. Al imaginarlo resultaba surrealista, pero si pensaba con todas las otras cosas que había hecho hasta ahora, no parecía del todo imposible.

Pero no, esta vez su idea no era tan extravagante. De hecho, era algo bastante normal.

—¡Iremos a un cine de verdad! —le reveló, contento—. Le Cinéma du Panthéon.

Había oído hablar de ese lugar. Era uno de los cines más antiguos de la ciudad, databa del 1900, cosa que para alguien con la edad de Marinette, sonaba casi a Edad Media.

—Pero... ¿sigue abierto?

—¡Por supuesto que sí! Ofrece pocas sesiones y sus salas son muy pequeñas —Le explicó él—. Me he asegurado que esta noche no irá mucha gente, así que estaremos casi solos.

>>. De todos modos, y solo por si acaso, te he traído esto.

Descubrió, entonces, de un modo llamativo y teatral una caja que había ocultado con una sábana. En ella había todo tipo de complementos de ropa: gorros, gafas de sol, pañuelos, bufandas... Marinette lo revisó todo casi sin parpadear; eran de una calidad excepcional y la mayoría pertenecía a la marca Agreste, su favorita.

Se mordió la lengua antes de preguntarle al chico de donde lo había sacado, y más animada, hurgó entre las prendas en busca de algo que disimulara su aspecto. Encontró una graciosa boina de color rosa palo con costuras negras, y pensó en combinarla con un pañuelo de seda de color oscuro.

—¡Ah, tengo una idea! —exclamó Chat. Se acercó a ella y con suavidad y claro deleite, le quitó los coleteros liberando su cabello sobre los hombros para después mirarla con parte del rostro ruborizado—. Estás preciosa con el pelo suelto.

A Marinette se le escapó una risita nerviosa.

—Gracias —Se colocó la boina, peinándose el flequillo y después el pañuelo alrededor del cuello de manera que le cubriera la barbilla y la boca—. ¿Debería añadir unas gafas?

Maullidos a la Luz de la Luna (Reto Marichat May 2021)Where stories live. Discover now