T W E N T Y S E V E N

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"Amo Wayne, parece que se cayó de la cama." Habló Alfred refiriéndose a que era extraño ver a Bruce levantarse tan temprano y más aún de una forma activa. La mayoría del tiempo despertaba un poco tarde y de una forma muy perezosa que hasta podía parecer que le agotaba hasta respirar.

"Tengo varios asuntos en la oficina y una junta con accionistas muy importantes." Dijo Bruce mientras se abotonaba su camisa blanca frente al espejo.

"Veo que se está tomando en serio lo de empresario." Dijo Alfred mirando a Bruce y este le devolvió la mirada a través del espejo.

"Después de todo es mi responsabilidad, ¿no?" Cuestionó Bruce cuando terminaba con los dos últimos botones y después arreglo el cuello de su camisa.

"En efecto, sus padres estarían muy orgullosos de usted, de que al fin se decida a aceptar sus responsabilidades." Alfred también estaba orgulloso de Bruce, le parecía mejor que trabajará en cosas de la oficina en vez de ponerse en riesgo con aquellos asuntos de vigilante.

"Creo que será mejor que me retire." Dijo Bruce tomando su saco que se encontraba sobre la cama para después colocarselo.

"¿No tomará su desayuno?" Cuestionó Alfred.

"Hoy no, Alfred." Respondio Bruce mirándose por última vez en el espejo. "Pediré que me lleven algo a la oficina."

"Tipico de los Wayne." Murmuro Alfred recordando a Thomas Wayne quien hacía lo mismo, siempre salía apresurado de la mansión y sin antes desayunar.

Bruce solamente formó una sonrisa en sus labios que terminó más bien pareciendo una mueca. Terminó despidiéndose de Alfred y después simplemente se retiro de la mansión.

Subió al mismo auto que había utilizado él día anterior y se dirigió a Wayne enterprises con la mentalidad de que sería un día algo atareado y honestamente sería mejor así para él, encontró una solución alternativa para alejar sus pensamientos sobre Carolyn y todo lo que lo abrumara, aquello consistía en llenarse de trabajo, así no tendría tiempo en pensar en otra cosa que no fuera aquello. Genial, ahora en vez de matarse con sus asuntos de vigilante se mataría con sus asuntos en la oficina.

En fin, después de tomar su trayecto hacía la empresa finalmente había llegado, el chico del parking lo recibió como el día anterior. Bruce entró a la empresa y está vez habían más personas en el lugar ya que hace poco habían abierto, ellos seguían viendo a Bruce sorprendidos por verlo ahí de nuevo, lo saludaban pero el castaño solo se limitaba a asentir levemente y a seguir su camino.

"Buenos días, Señor Wayne." Saludo una mujer castaña cuando Bruce se acercó a la recepción de su piso. Aquello llamó la atención de algunas secretarías que no dudaron en asomarse al instante desde sus cubículos y a murmurar cosas entre ellas. 

"Buenos días, Alissa." Respondio Bruce.

"Le deje unos documentos que son necesarios para la junta de hoy con los inversionistas..." Respondio la castaña pero fue interrumpida por alguien.

"Señor Wayne." Se acercó rápidamente una rubia con uniforme de secretaria intentando llamar la atención del hombre. "Un milagro verle por aquí, un gusto, soy Melissa. Estoy a sus órdenes." Dijo aquella mujer con un tono chillante mientras le ofrecía su mano.

"Gracias, Melissa." Asintió Bruce y estrecho la mano de la mujer por un corto momento para no ser grosero pero le había molestado la actitud de la rubia al interrumpir de la nada a Alissa. Después ignoro a la rubia y volvió a voltear hacia la castaña. "Disculpa, Alissa. ¿Decías?"

"Eh, solo eso, deje los documentos en su escritorio." Respondio ella y sintió la mirada de la tal Melissa casi asesinarla.

"Correcto." Asintió Bruce. "Una pregunta, tenía un asistente, ¿que ocurrió con él?" Cuestionó Bruce y miró de reojo rápidamente a la rubia que no se iba.

Heart Shaped Box [Bruce Wayne~The Batman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora