Harriet Potter. La princesa Le Fay

Solsticio

Muchas gracias por todo el apoyo que está recibiendo este triste intento de historia, espero perdonen la enorme demora.

Cómo siempre los personajes no me pertenecen yo solo los ocupó sin fines de lucro.

Capitulo XVII. Solsticio.

Las reuniones del Wizengamont del solsticio de invierno solía ser una más una tradición que en realidad un llamado a sala  en donde se vieran asuntos de importancia, incluso muchos tomaban el llamado a la sala como una oportunidad para darse palmadas en la espalda felicitando unos a otros por los "logros" del año.

Sin embargo, dos simples misivas habían cambiado todo.

La primera de parte de la oficina de Aurores solicitando una audiencia penal, por la acusación de Peter Pettigrew a una lista algo larga de delitos, que solo se iban incrementando.

Sumado a la carta que se había obligado firmar de liberación provisional de Sirius Black y Bellatrix Lestrange, bajo la premisa de haber sido víctimas de los juicios de guerra, provocando la apertura de nuevos juicios.

Se tallo los ojos con pesar, no podía creer haber sido tan estúpido, no solo por dejar que un animago se estuviera escondiendo en las pertenencias de un niño, sino que haber creído que Sirius había traicionado a los Potter hacia ya una década.

Por supuesto que Sirius había estado gritando que el era el culpable de la muerte de James y Lily, y no había sido de ayuda que la risa desquiciada hubiera resonando en la sala, pero pareciera que el no tomarse a la tarea de investigar más, había sido terriblemente contraproducente.

No sabía ni siquiera que pensar en el caso de Bellatrix, había pensado que después de que la matriarca Longbottom hubiera sabido de las intenciones de liberación, habría hecho todo lo posible para impedirlo, sin embargo según los informes Bellatrix incluso había sido llevada a un sanador privado y su juicio se llevaría a cabo sin su presencia.

Y la que parecía estar envuelta en todo, no era posible para el siquiera acercarse, pues Lady Le Fay le había dejado muy en claro que aunque no lo culpaba de las heridas que había recibido su hija con su más reciente encuentro con Voldemort, estaba demasiado enojada con el.

No quiera pensar en lo que  enojo de la bruja significaba, pues estaba seguro que no podía salir librado inmune de este. Sin embargo, su necesidad de respuestas, lo llevo al camino que estaba tomando.

La nieve cubría Hogsmeade de una manera encantadora, incluso el pub de su hermano lograba llevarse un poco de esa magia consigo.

Abrió la puerta de madera de un chirrido, los clientes eran nulos a aquella hora de la noche, Abe se encontraba sentado en la barra del bar tomando una copa.

"Buenas noches Abe" dijo haciendo notar su presencia.

"Buenas noches Al" recibió por respuesta, sabía que el alto a la abierta hostilidad de su hermano solo duraba la época de sembrinas, y solo era causado por el recuerdo de la época favorita de Ariana.

Avanzado con confianza que en realidad no sentía se sentó a un lado de su hermano, una vaso de whisky fue puesto enfrente suyo sin ninguna palabra.

El silencio reino durante algunos minutos, pero no podía permitirse que esté durará mucho tiempo.

"¿Puedo preguntarte algo?"

Los ojos tan parecidos a los de su madre lo observaron.

"Adelante" le dijo desviando la mirada, sabiendo que para ambos era igual de doloroso verse.

"¿Cómo conociste a Lady Le Fay?"

"Me sorprende que hubieras tardado tanto en venir a saberlo" no había malicia en sus palabras, solo el reconocimiento que incluso en la separación de sus vidas, ambos se conocían más que a ningún otro. "Cuando tú seguías en la búsqueda de las reliquias, pensé no se, tratar de replicarlas, había logrado encontrar el río de la batalla de los clanes del norte y del aquelarre draconis." Confeso como si la hazaña que había hecho, fuera poca cosa. "Pero al llegar simplemente estaba ella, observando el agua pasar, con un cigarro en la mano, y lo siguiente que supe es que estaba tomando a lado suyo, contándole por qué quería una piedra del río."