La Historia de Tres dragones Pt IV

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Muchas gracias por todo el apoyo que esta recibiendo este triste intento de historia.

Espero que disfruten este capítulo tanto callo yo disfruté escribirlo, es un poco lento, pero les aseguro que valdrá la pena.

Como siempre los personajes no me pertenecen yo solo los ocupo sin fines de lucro.

Capítulo VIII. La historia de tres dragones pt IV.

En la mesa de la casa Ravenclaw, Hermione se encontraba leyendo un libro sobre algunas de las raíces etimológicas de los hechizos que deberían aprender a lo largo de su formación en Hogwarts, la noche anterior había encontrado en la área restringida de la biblioteca un libro sobre protecciones de sangre, por lo que decidió primero leer lo más que pudiera sobre posibles palabras que tuvieran poder oculto antes de pensar en tomar el libro con confianza, gracias a lo que habían descubierto la primera vez que Harriet la había convencido de aventurarse en aquella parte de la biblioteca, ya que un libro había gritado tan fuerte que apenas y pudieron escapar del cuidador.

- El libro de latín no dice como se conjuga para el futuro predecible, ¿verdad? - le preguntó a Harriet que había estado asaltando los platos cercanos de tocino para cumplir con su promesa, pues no tardaría en regresar Hedwig y era mejor tener todo listo para cuando por fin llegara.

- ¿Latín? - preguntó una voz detrás de ella, y no hizo falta voltear a ver para saber que Ron estaba desconcertado por su lectura.

- Algunos hechizos lo utilizan. - explicó por ella Harriet, poniendo un par de huevos duros en su plato y en el de ella. - Aunque, no existe una preposición como tal, sino que cada una lleva a un resultado, versus, contra, usque, hasta, y ahora no me acuerdo de las demás.

- Ohhh... - dijo Ron sentándose a lado de Hermione empujandola para poder estar cómodo, haciendo que esta se quejara de su descortesía, pero parecía que no fue suficiente para hacerle ver su error, pues parecía pensativo. - Bill me habló de ello, al parecer usan runas, graban en ellas lo que se quiere lograr y en que circunstancias debe haber para activarlas, pero ni idea de cómo lo hacen.

- ¿Bill? - preguntó Hermione, lo que decía parecía extrañamente ambiguo, pero a su manera, fácil de entender.

- Mi hermano mayor, fue Head Boy de su generación, ahora trabaja de rompe maldiciones para Gringrots, está en Egipto. - Dijo un poco cabizbajo.

Su reacción no pasó desapercibida por ninguna de las dos, y tuvieron la correcta idea de no preguntar más sobre el tema, pero antes de poder cambiar a algo que pudiera levantarle el animo, el profesor Filius se acercó desde la mesa de principal.

- Señor Weasley, buenos días. - dijo el profesor con una sonrisa para llamar su atención. - Espero que este respetando el trato al que llegamos.

Las orejas de Ron se pintaron de carmín haciendo juego con su cabello. La presencia del menor de los Weasley en una mesa ajena a la de su casa no paso desapercibida por ningúno de los profesores, pues aunque no era en contra de las reglas se esperaba que los alumnos respetarán la norma tácita, por lo que después de la primera semana se le llamó la atención al niño, este pidió poder seguir haciendolo para estar con sus amigas y como condición para ser la excepción a la norma, se le había encomendado la tarea de entregar todas sus tareas sin posibilidad de falta, razón por la que se había perdido la visita a Hagrid la noche anterior para terminar un ensayo sobre historia, pero que no fue gran problema cuando Harriet le presto el libro del que ella había tomado la información aún con sus notas para que solo faltara editarlo. - Si señor, lo hice ayer en la tarde.

- Me alegro. - escucharon decir, pues parecía divertido de la reacción del niño. - Sobre el tema de su petición, señorita Potter, el profesor Snape ha aceptado.

Harriet Potter. La princesa Le FayWhere stories live. Discover now