CAPÍTULO 2

3.3K 214 19
                                    

Carlos mira a diana sin saber que responder, viendo como intenta no ser debil ante él pero que sin embargo, podia notar el dolor que la invadia, solo se queda pensando frente a la mujer que desposo, la cual sólo quería que su familia fuera feliz y de igualmente su relación.

—vendré por ti después —dice finalmente Carlos y deja a su esposa sola nuevamente.

Diana queda igual que siempre, intentando buscar una respuesta y no encontrando nada al final, solo logrando que su esposo se fuera.

—que se lleven el desayuno —dice Diana al ver que una mujer entra con más alimentos, ella solo se limita a asentir para si misma y Diana le dedica una sonrisa para finalmente irse de la mesa.

Diana sube a su habitación nuevamente y elige lo que se pondrá, aunque el evento seria en la noche ella quería verse bien, es una cena con personas que ella no conocía, pero era de importancia que acompañe a su esposo, era el protocolo después de todo, aquel que no miraba si el matrimonio era armonia o un fracaso, solo importaba que se cumpliera al pie de la letra.

Sabía muy bien que Carlos aún frecuentaba a Camila, la cual había sido el tormento del matrimonio, ella siempre insistió en estar con él y en buscarlo, pero tenia presente que su esposo tambien correspondia a todo esto sin importarle nad mas, algo que sin duda causaba mas dolor del que ya provocab asu frialdad y malos tratos. 

Aunque recorda aquel moemto de cuando estaba embarazada de harry, él cambio completamente, su actitud fue mucho mas amorosa y sus tratos mucho mas cercanos, esto duro poco tiempo y fue entonces cuando el tormento volvió. 

Diana solo se limita a mirar cada uno de los vestidos que tenía frente a ella, no sabía que ponerse, de una u otra forma quería que su esposo la viera hermosa, más hermosa de lo que era.

(...)

Princesa Diana de Gales

Había elegido finalmente el vestido que utilizaría, era un vestido sencillo pero elegante a la vez, va acompañado de un collar de perlas junto a una corona, algo muy común siempre que tenemos algún evento.

Se acercaba la hora del almuerzo sin embargo Carlos aún no regresaba, por lo general casi siempre estaba ausente.

Me encontraba en la habitación pero sin embargo quería ir con mis hijos, pronto tendría que darles de comer.

Así que salgo de la habitación caminó a la habitación de harry y William.

Cuando caminaba por el pasillo me daba cuenta de lo solos que estaban, ni siquiera estaban las personas que trabajan en el palacio. Pero es algo muy común el no verlos en los pasillos, no suelen estar por ellos a menos que sea para arreglar la habitaciones.

Entro a la habitación de mis hijos y al entrar me encuentro con la gran sorpresa de que Carlos esta ahí. El cargaba a harry mientras jugaba con William al mismo tiempo, pero al escuchar que entró el dirije su mirada hasta mi.

—pensé que todavía no regresabas—le digo cuando el me mira directamente.

—quería ver a los niños, llegué hace un momento—dice el y vuelve su mirada a harry.

William corre hasta donde estoy y yo le regalo una sonrisa y lo cargo.

—¿quieres comer cariño?—le preguntó a William que sonríe en mis brazos, el asiente mientras sostiene un juguete en su mano.

—entonces vamos a darles de comer—dice Carlos.

—vamos—le respondo.

—pero antes quisiera hablar contigo, diana.

—bien, hablemos entonces—le respondo y bajo a William de mis brazos, el también hace lo mismo y deja a William en su cuna.

Cuando lo deja finalmente el se acerca hasta donde estoy, me hace una señal con la mano para que salga de la habitación.

Cuando estamos finalmente fuera el se pone frente a mi, da un largo respiro y finalmente habla.

—siento la discusión de hace unas horas—dice el yo lo miró sin ninguna expresión.

—¿tu padre te dijo que te disculparas?—le preguntó sabiendo lo que siempre pasa, el saber que siempre se lo cuenta a su padre o a la reina y ellos le dicen que se disculpe, que es lo que le conviene a la familia, que era preferible no tener problemas que lo rodearan.

—diana—dice el intentando decirme algo con eso.

—es la verdad, siempre que te disculpas por las discusiones que tenemos siempre influyen tus padres, es lo que le conviene a la familia después de todo.

—no diana, esta vez nadie sabe de nuestra discusión, me disculpo porque—el hace una pausa.—me disculpo porque quería hacerlo diana.

—entonces gracias por tus disculpas, pero no creo en ellas sinceramente Carlos, sabes el porqué, no puedes cambiar de la noche a la mañana.

—pero pude reflexionar sobre mi actitud al ver las fotos de antes de casarnos y de nuestro matrimonio, nos veíamos felices en esas fotos.

—no, yo era feliz ese día, tu no lo eras y nunca lo has sido, porque hubieras preferido que ese día quien llegara al altar fuera Camila y no yo, porque tu reflexión solo durará hasta que la mires otra vez. Pero yo no tenía la culpa de eso Carlos, yo realmente te amo, quiero formar una familia real y no solo una familia que te sirva para tu reputación, era lo que quería cuando me casé contigo, quería felicidad, no solo engaños.

—¡yo estaba feliz ese día diana! Porque eras la mujer más hermosa que había visto entrando a un altar, porque tu sonrisa iluminaba el lugar, pero ella estaba ahí.

—ella siempre será el problema, porque lo acabas de decir, estabas feliz pero ella estaba ahí y todo cambió.

—diana solo necesito otra oportunidad, tiempo, solo dame tiempo.

—¿no te parece que cinco años han sido suficiente tiempo y al final no llegamos a nada? Carlos tu seriedad era la misma de siempre hace pocas horas y ahora vienes y me dices esto, estoy confundía.

El se acerca y toma mi rostro y me mira directamente, sus ojos hacen contacto con los mios y no se que hacer en ese momento, el iba a decir algo pero levanta la mirada y al parecer alguien más está con nosotros, porque el me suelta de inmediato y toma una postura recta.

Cierro los ojos por un momento antes de voltear y encontrar a Camila justo frente a nosotros...

ALGO DIFERENTE Where stories live. Discover now