CAPÍTULO 20

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Diana de Gales

Tranquilidad.

Era lo que se percibía en Balmoral, una profunda tranquilidad se sentía dentro del palacio. El silencio abundaba y las personas de servicio eran como un fantasma, la presencia de ellos pasaba desapercibida gracias a lo silenciosos que eran al hacer su trabajó. Los niños habían disfrutado mucho esto.

Carlos no había dicho la razón por la cual se había ausentado en aquella noche. Aún así nuestra relación se había tornado tranquila, habían sido buenos días en los cuales el tema había quedado olvidado, pero aún rondaba en mi cabeza.

Ya habían pasado nueve días desde que llegamos aquí. Estar aquí nos sirvió para alejarnos del ojo público y dejar a un lado la prensa. No habíamos recibido llamadas de otras personas que no fueran la familia real, en especial la reina, el duque y la princesa Ana.

Mis padres no se habían comunicado conmigo ni siquiera tras el anuncio de mi embarazo, realmente estaba desconcertada, me sorprendía el poco interés que mis padres mostraban sobre mi vida. Me lastimaba que no llamaran en meses, que era yo quien tenía que tomar la iniciativa para saludarlos por lo menos una vez.

El clima estaba templado aunque el verano se hiciera presente, pues el clima en Escocia variaba mucho, aunque realmente el día era cálido.

Sonreí al sentir como Carlos me rodeaba con sus brazos llegando por mi espalda.

—¿crees que podamos dar un paseo?—pregunta el cerca de mi.

—si, el aire fresco es bueno para los niños.

—y para ti también—Carlos se puso frente a mi y me ayudo a levantarme. Se habia convertido muy sobrepotector, y seguía al pie de la letra la recomendación del doctor.

—¿donde están Harry y William?.

—estaban jugando, pero ya vie...

Los pequeños interrumpieron a su padre al entrar corriendo y gritando, Harry gritaba más que su hermano quien venía detrás de él.

—era grade.

—muy grande.

Los dos pequeños intentaban buscar la manera de respirar de manera más estable. Sus rostros estaban llenos de terror y se miraban uno al otro mientras repetían las mismas palabras.

—¿que es eso tan grande que vieron?—Carlos pregunta al ver el temor de los pequeños.

—una gagartija.

—lagartija—corrige William a su pequeño hermano.

—gagartija.

—lagartija.

—vamos, iremos a dar un paseo—interrumpo a los dos pequeños, quienes se emocionan ante lo dicho.

Salimos del palacio y empezamos a caminar sobre los grandes jardines verdes. William y Harry corrían de un lado para otro junto a su padre, gracias a que el sol era soportable el caminar me hacía bien. El aire fresco se presentaba  y hacía que la tranquilidad se sintiera mucho más. Reíamos gracias a las ocurrencias de Harry y William, quienes en momentos peleaban y a los segundos ya estaban bien. No me imagino lo difícil que será con los gemelos, aunque también pueden ser mellizos.

Mi vientre había crecido en minoría, pues casi ni se notaba. Pero gracias a mi delgadez el pequeño cambio era un poco notable, pero al parecer solo para mi. Carlos aseguraba que aún no se notaba, pero que pronto lo haría. Más al ser dos bebes, seguramente se notarían en gran cantidad cerca a los seis meses, sin duda esperamos con ansias a los pequeños.

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