CAPÍTULO 19

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Diana de Gales

Mis ojos se entre abrían mientras me acostumbraba a la fuerte luz blanca que estaba sobre mis ojos. Intente tapar la luz con mi mano izquierda, en ese instante sentí algo detenerme y una pequeña punzada dentro de la misma. Tome dirección hacia esta dándome cuenta del catéter que estaba sobre mi mano, el pequeño tubo transparente que conectaba con la bolsa de suero. Fue en ese momento que me di cuenta que estaba en el hospital. Mire a mi alrededor, me encontraba sola en la blanca habitación. Una bata blanca sobre mi cuerpo y la camilla sobre la que estaba.

Mi cuerpo se invadió por un temor inmenso, el bebé que llevo en mi vientre fue lo primero que vino a mi mente. De pronto todos los recuerdos llegaron a mi mente; mi discusión con Carlos, el lago, Brad, el dolor. Respire con profundidad y sintiendo mis ojos arder acaricie mi vientre con la esperanza de que nada hubiera pasado.

La puerta de la habitación se abrió llamando mi atención, vi entrar a Carlos quien al verme despierta se acercó con rapidez hasta mi. Di una leve mirada a la ventana y me di cuenta que la oscuridad de la noche había llegado a Londres.

—¿como te sientes?—su pregunta llega mientras su mirada hace ver la tranquilidad de verme.

—no lo se. ¿Como esta nuestro bebé?¿esta bien verdad?—cuando termine de hablar me tome el tiempo de detallarlo. Sus ojos estaban apagado y el hinchazón bajo ellos se hacía presente, estaban inyectados por un poco de sangre, al parecer estuvo llorando. Pero recordaba muy bien la razón por la que habíamos peleado, aunque eso era lo de menos ahora.

—si, nuestro bebé está bien. Tuvimos que traerte al hospital porque el doctor nos lo recomendó, pues no sabía como se encontraba el bebé. Aún así esta bien, solo tienes que cuidarte, dormir bien, comer bien, no hacer fuerza y mucho menos tener estrés. Tienes que cuidarte—sus palabras me hicieron ver lo muy poco que había pensado en mi bebé. No tenía en cuenta todo el daño que le estaba causando.

—lo haré. Me cuidare mucho mejor, pero no aquí, no quiero estar en Londres—Carlos me miró con un poco de desconcierto y confusión en su rostro. Mientras estaba en el lago, antes de que todo pasara, había tomado la decisión de hacer un viaje.

—¿de que estas hablando?

—quiero ir a Escocia, el castillo de Balmoral es un lugar tranquilo.

—por supuesto, mi madre sugirió que vayamos ahí por un mes y estoy de acuerdo. Nos iremos ma...

—quiero ir solo con los niños—mi sorprendentes palabras hicieron que se detuviera a sí mismo.—se muy bien el porque discutimos, necesito pensar muchas cosas.

—Diana no te dejare sola. Mucho menos en tu estado, mírame—el tomó mi mentón obligándome a levantar mi mirada.—no estuve fuera por los motivos que crees, no he visto a Camila desde el día del incidente. No estuve con ninguna mujer. Pero no te diré la razón por la cual estuve fuera, no quiero preocuparte, simplemente confía en mi.

—¿por qué abría de confiar en ti? Después de todo lo que ha pasado, ¿que sentido tiene esa palabra?

—porque te amo diana, te amo más de lo que pensé llega a amarte. Eres la persona indicada para ser reina, el pueblo te adora. Pero sobre todo, yo te amo, porque me di cuenta lo importante que es nuestra familia para mi, el temor que sentí en tan solo pensar que te perdería—el puso su mano en mi vientre mientras sonreía con nostalgia.

—dime que está pasando.

—te lo diré. Pero cuando estés más tranquila. Iré con ustedes a Balmoral, estaremos ahí durante un mes, será un buen momento para estar en familia.

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