Que pasaría si Diana y Carlos si hubieran tenido un amor, algo que fuera verdadero y el amor reinará en ellos. Eso es algo que pasara gracias a sucesos que harán que Carlos empiece a descubrir los verdaderos sentimientos hacia ella.
—¿quien era ella?—preguntó a Carlos quien simplemente ignora mi pregunta.
Hace tan solo horas la niñera, Alicia. Había sido despedida, a Carlos solo le basto saber quién era para despedirla. Le había preguntado el motivo y realmente, en otro momento hubiese pensado que fue por haber sacado a William de su habitación. Pero sabía que esa solo era una parte del motivo, pues Carlos la conocía, podía deducirlo fácilmente por la pregunta que le hizo.
—Carlos te hice una pregunta—el quito su corbata y la tiro a un lado.
Me había ignorado desde que llego de una reunión junto a la reina, principalmente para ver el asunto de la princesa Ana.
Miro como el empieza a quitar su camisa y finalmente solo queda en pantalón. Lo mire con severidad sin prestarle gran importancia a su acción.
Me recuesto finalmente y me doy la vuelta para quedar de espaldas a Carlos. Quien después de varios minutos entra a la cama.
Bajo mi mano hasta mi vientre cuando siento un leve movimiento de los bebés, no muy fuerte, pero se podía sentir. Una sonrisa se forma en mi rostro mientras acarició mi vientre.
—ella no tenía la intención de cuidarlos, ella quería alejarlo de nosotros—la voz de Carlos se hace presente.
—¿quien era?—repito mi pregunta mientras me reincorporó en la cama.
—ella trabajaba como empleada de servicio en la casa Parker. Estaba al servicio de Camila y no la quiero cerca, esa mujer no es una persona en la cual se pueda confiar.
Realmente tampoco me inspiraba confianza, pero era enviada por el palacio de Buckingham y tenía una muy buena referencia, aunque si su jefe era Camila...
—¿tan difícil era decirme eso?
—después de todo sufriste una mala experiencia gracias a esa mujer—el toma mi mano, la cual se encuentra sobre mi vientre.
—pero sabes que no me gusta que ignores mis preguntas. Me has estado evadiendo desde que llegaste de tu junta con la reina.
—se movieron—el no sigue el hilo de la conversación y cambia de tema.
En efecto, los bebés se habían movido, pero esta vez se sintió mucho más.
—creo que es hora de dormir, de otra manera, no dejaran que lo haga.
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—mira lo que lograste, Ana—el duque pone varios periódicos frente la princesa Ana.
—papá, esto pasará en algún momento—la princesa Ana dice un poco nerviosa.
Habían dado la autorización que Ana anunciará su compromiso formal con Timothy Laurence, pues ella había amenazado con renunciar a la realeza y eso hubiese sido un escándalo mayor.
