Libro 1
Hydra Cassiopeia Potter, la elegida, la niña que vivió, una agente especial entrenada...alto,
¿Agente especial entrenada?
Si, en esta historia de un mundo alterno dónde Harry Potter en realidad es una chica rubia con muchos secretos y resp...
El fresco viento de Los Angeles daba justo en las caras de una rubia y una castaña.
Ambas en el balcón de un edificio viendo a la nada, disfrutando de un momento de tranquilidad entre las dos primas que ya se habían hecho muy cercanas.
—...ñoritas? Los invitados están llegando—la pequeña elfa domestica llegó al balcón con su típica timidez.
—Enseguida bajaremos, kitty —Adhara sonrió y miro a la rubia que no se movió de su lugar.
La rubia, por su parte, solo miraba el vacío, metida en sus pensamientos acerca de los dones que había logrado controlar y desarrollar.
—Cassie? Oye, se que la carta del ministero te tiene bastante afectada...
—....Si.... Será que.. ¿Podemos no hablar de eso por ahora?
—Esta bien...—la castaña solo sonrió con dulzura y la tomo del brazo para bajar juntas al comedor.
Hydra decidió pasar el último mes y medio con la familia Rossier, pues fue invitada a su fiesta anual de inicio de año para todas las familias sangre pura.
Había logrado conocer de mejor manera a sus padres y el pasado de estos.
Sin duda, era afortunada de convivir con tanta gente importante y aún más, de haber sido incluida en aquella elite de Slytherin.
Aquellos chicos se habían vuelto parte de su familia en poco tiempo. Los quería muchísimo.
Pero, en esas vacaciones no todo había sido felicidad. Otra de las razones por las que Hydra tuvo que ir con sus tíos mágicos, fue la llegada de una carta del ministero y la carta de su padrino Severus.
El ministero y su padrino informaban lo mismo, Sirius Black, había escapado de Azkaban y planeaba asesinarla justo como hizo con sus padres.
Sus cuatro padres.
El ministerio pedía que tuviera cuidado, y que si fuera posible fuera a una ubicacion más segura fuera de Inglaterra.
Por supuesto, sus tíos mágicos y muggles (negándose al principio, creyendo que estaría mejor en casa), se enteraron de esto y concordaron que lo mejor es que Hydra se fuera a Los Angeles por sus seguridad.
Así que alli estaba ella. En Los Angeles, California magico, vistiendo un lujoso y hermoso vestido color celeste, bajando las escaleras del balcón del lujoso penthouse Rossier junto a su prima y a la vista de los invitados que se encontraban allí.
