xv. plan

610 70 10
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


.
..
...
....
.....
......
.......
........
.........
..........
...........
............
.............
..............
...............
..............
.............
............
...........
..........
.........
........
.......
......
....
....
...
..
.

— Señorita Potter, es hora de su comida...—la pequeña elfina apareció en la habitación con un pequeño tazón de ensalada de frutas.

La rubia lo tomo con una pequeña mueca pero le sonrió a la elfina con agradecimiento.

— Gracias, Lazy.

Cygnus observó como la rubia se sentaba y comía de su tazón.

— Nena... Haz tu esfuerzo ¿Si?  —susurro el pelinegro en su oído.

— Dígame, Alteza, ¿Son ciertos los rumores? —preguntó Ethan viéndola comer.

Cygnus levantó la mirada claramente interesado.

— ¿Que.. rumores? —dijo lentamente.

— Oh, pues ya sabe... En todo el tiempo que la conozco, no trato muy bien su dieta con el aparente TCA que tiene, pero ahora, mágicamente decide tratarlo...

— Ethan... Silencio —pidió Blaise.

— Solo quiero saber, vamos princesa, digame, ¿Es verdad? —sonrió con sorna clavando la mirada en Cygnus, que observaba la interacción.

— Ethan, cállate —gruño Theo.

— Si, Ethan, es verdad, estoy embarazada.

— ¿¡QUE!? —Cygnus abrió los ojos y miro a Hydra con sorpresa y apice de enojo.

— ¡Felicidades! Nacerá un nuevo Magic —Ethan sonrió y se echó para atrás recargandose en la silla.

— ¿Estás... Embarazada, Cassiopeia? —balbuceo Cygnus mirando a la rubia que ni siquiera podía mirarlo a los ojos.

— Si, Cygnus.

— Oh, ¿Cygnus no sabía? —Ethan lo miro con falsa tristeza.

Blaise se fastidio y lo apunto con su varita para conjurar un hechizo aturdidor.

Ethan, o bueno, el cuerpo de Amelie cayó rendido.

Hydra suspiro y dejo el tazón vacío de fruta en la mesa.

— Cygnus, ¿Caminamos? —sugirió Hydra mirando al castaño el asintió, antes de salir, Theo tomo a la rubia de la cintura.

— No te alteres ¿Si? —susurro en su oído, la rubia asintio y el dejo un beso en su cabeza.

(....)

Ambos adolecentes llegaron al lago encantado en el bosque prohibido.

La rubia se sentó frente al lago y paso sus manos lentamente por el pasto.

BUTTERFLIES (Femharry) Where stories live. Discover now