Libro 1
Hydra Cassiopeia Potter, la elegida, la niña que vivió, una agente especial entrenada...alto,
¿Agente especial entrenada?
Si, en esta historia de un mundo alterno dónde Harry Potter en realidad es una chica rubia con muchos secretos y resp...
Los cuatro niños iban en el auto negro camino a encontrarse con su familia antes de volver a Hogwarts.
Draco estaba leyendo un libro que había encontrado en la biblioteca del lugar.
Adhara comía chocolates y veía el paisaje.
Cygnus miraba la ventana aburrido mientras dejaba una que otra caricia en la cabeza de Hydra.
La rubia estaba en el regazo de Cygnus con los ojos cerrados aparentemente durmiendo, aunque realmente seguía procesando la información de su conversación con sus nuevos "padrinos".
— Bueno creo que ya nos conoces. —la platinada sonrió nostálgica.
— Cassie, ¿Los conoces? —el platinado los miro de arriba a abajo.
— Ustedes.... Yo... Yo los he visto.. en las fotos que tiene mi papá en su oficina..—Adhara los miraba con curiosidad.
— ¿Cassie? —Cygnus se puso a su lado buscando explicación.
— C-cuando recordé... Yo los ví a ellos... Asesinando a mis padres...—la rubia miro el piso.
— Bueno.. todo tiene una explicación ¿Ok?—la platinada miro al hombre a su lado el cual suspiro.
— Bien, vamos a un lugar mas cómodo. ¿Tienen hambre? —el castaño mayor dió una pequeña sonrisa observando a los niños e hizo una seña de que lo siguieran fuera de la habitación.
Los niños siguieron a los dos adultos fuera de aquella habitación, al salir, encontraron una gran y elegante sala.
Los sofás están verdes aterciopelados, el suelo y el techo eran blancos con detalles plateados y dorados.
Los niños se sentaron en el sofá y en ese mismo momento, una pequeña elfina apareció frente a ellos.
— Hola, mi nombre es Lazy, soy su elfina doméstica. ¿Desean algo de comer jóvenes amos? —la elfina hizo una reverencia elegante y poco exagerada.
Estaba bien vestida, no estaba andrajosa como otros elfos.
Ella llevaba un pequeño vestido negro y un delantal. Estaba limpia sobretodo.
— Am ¿Hola? —Draco parecía sorprendido por los modales de la elfina.
— Hola Lazy... Podrías traerles a los niños unos sandwiches... No han comido en todo el día. —el castaño sonrió—, por favor.
