Capítulo 15. Días tristes

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Busqué desesperada entre la multitud, Gastón no se separaba de mí y se mantenía alerta por si algo más sucedía

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Busqué desesperada entre la multitud, Gastón no se separaba de mí y se mantenía alerta por si algo más sucedía. El fuego salvaje seguía destruyendo todo a su paso, el derrumbe que provocó Gastón dejó a varias personas enterradas.

Max estaba junto a Janis y sus padres, pero Nora ¿Dónde estaba Nora?

—Janis.

—¡Maddy! ¡No encuentro a Nora! No está en ningún lado.

El miedo reptó por mi estómago hasta formar un nudo en mi garganta.

—Tenemos que encontrarla, vamos.

De pronto, una presión a la altura de mi antebrazo me detuvo, Gastón me encadenó a él.

—Espera, Maddy.

—Es mi amiga, Gastón, tenemos que hacer algo.

—¡Nora! —gritaba Janis.

Max miraba a Gastón y Gastón me miraba a mí. Las sirenas se alcanzaban a escuchar a pocas calles de nuestra ubicación y las personas que estaban completamente a salvo se retiraban del lugar que daba la apariencia de la entrada al infierno; otras permanecían a una distancia segura del edificio en llamas, llorando, gritando los nombres de las personas que no se encontraban entre nosotros.

—Iremos Max y yo, ustedes quédense aquí —ordenó Gastón.

Antes de irse se quitó su saco y me lo colocó sobre mis hombros.

Janis lloraba inconsolable, sus padres la abrazaron mientras que mi hermano y Gastón se movieron entre el gentío.

—De repente ya no la vi a mi lado, no supe de ella —relató Janis consternada, sus manos temblaban de la impotencia—. No sé si salió y de pronto el techo se vino abajo.

El techo...

La policía y los bomberos llegaron. Miré mis manos sucias y negras por el humo, tuve que sentarme en la banqueta para controlar la ansiedad y el miedo que estaba formando en estos momentos dentro de mí, la cabeza me daba vueltas, me dolía todo el cuerpo; era una sensación que no podía describir, el mal presentimiento llegó a mi como una bala, acribillándome, destrozándome.

El nudo en mi garganta se hizo más grande cuando las dos figuras masculinas regresaron sin nadie. Los padres de Nora tampoco aparecieron, muchos quedaron enterrados y mi corazón se cayó a mis pies ante la desastrosa realidad.

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

No me había dado cuenta de lo mucho que estaba estrujando el talla de la flor blanca en mis manos. Tampoco estaba en el plano donde veía como se llevaba a cabo el entierro de toda una familia; Nora y sus padres fueron enterrados juntos, nos presentamos las personas más cercanas a la familia Bayley. Fue doloroso, demasiado como para ponerle palabra.

3° El amo del desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora