Capítulo 24. Por fin Max se enamora

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—¿Entonces vas a poder embarazarte? —la felicidad de Max le inundó todo el rostro por la noticia

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—¿Entonces vas a poder embarazarte? —la felicidad de Max le inundó todo el rostro por la noticia.

Mayo le dio paso a junio, ya había transcurrido un mes de todo el desastre que habíamos pasado desde la graduación; y de todas formas Gastón no bajaba la guardia ante la posibilidad de otro ataque.

Ya para este momento los tres vampiros manejaban mejor su habilidad contra los campos de energía que podía crear algún otro cazador que nos invadiera. Gastón fue quien aprendió mucho más rápido a dominarlos, Constanz se enfocó en enseñarle al derecho y al revés a Max, eso significaban muchas horas en ensayo y error, y sobre todo de convivio.

Asentí muy emocionada, Gastón me había acompañado a la consulta y no se separó en ningún momento de mí, solo cuando tuve que colocarme la bata para mi chequeo general, por más que le pedí que esperara afuera para hacerme el ultrasonido vaginal con la doctora, él se arraizó en el consultorio y estuvo conmigo.

La doctora Logan fue paciente y le explicó con soltura todo lo que tenía que hacerme para verificar que mi útero fuera candidato perfecto para un proceso de inseminación uterina.

Todo estaba en excelentes condiciones, era cuestión de elegir cuándo queríamos hacerlo oficialmente. Revisaron los espermatozoides de Gastón y había suficientes para el procedimiento.

El vampirito salió de la clínica con una luz de ilusión en su rostro que no podía fingir, y lo primero que hizo fue abrazarme y darme un beso que me provocó un vuelco gigantesco en todo el cuerpo, todo un tsunami de emociones revolotearon en mi interior al ver lo guapo que estaba Gastón con esa sonrisa encantadora. Sería papá muy pronto, su sueño frustrado estaba en mis manos para hacerlo realidad y deseaba darle ese hijo que tanto anhelaba en su vida.

—Gastón quiere que me embarace pronto, pero todo es incierto por el asunto de sus hermanos.

Max hizo una mueca mientras rascaba su barbilla recién rasura. Se ha estado alimentando de humanos por la temporada de cacería y eso le provocaba el crecimiento de vello facial, cuando ya le estorbaba se rasuraba o se dejaba una barba muy corta.

—Podemos hacerlo, Legder y Tebras no han dado señales de nada en estas semanas. Estamos listos si deciden atacar desde las sombras.

Me sumergí un poco más en la calidez del agua y Max aprovechó para entrar conmigo a la piscina. El silencio reinó por un momento y llegué a la orilla para pasarme las manos por mi rostro y aclarar mi visión.

—Ni si quiera quise preguntar —su voz rompe con el silencio y se acercó a mí—. ¿Cómo has llevado lo de Janis y Nora?

Era más la indignación que la tristeza, una parte de mí hacía que el estómago se me revolviera del asco, la presión en mi pecho surgía casi de manera instantánea al recordar esas horribles palabras en el diario de Janis. Quería borrarlas de mi mente, pero fue imposible, era un maldito recordatorio de su falsedad.

3° El amo del desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora