She keeps me Warm ;; CAMREN

❝Give me a reason to keep trying.❞

Regresó a clases esa mañana. Llegó con Camila y Dinah, tan juntas cómo separadas. Viajaron juntas hacia la escuela, pero las chicas le pidieron que entrara lejos de ellas para que no las vieran llegar a la vez. ❝Que tonta.❞  Pensó la muchacha.❝No sé por qué sigo creyendo que son mis amigas.❞ Sin importar cuán emotiva hubiese sido la noche anterior, las distancias entre ellas se mantenían, y no podía considerarlas parte de su círculo, por más intrigantes que fueran. El par se fue por su cuenta, posiblemente a encontrarse con los chicos que andaban en patineta por la entrada, y a presumir de la popularidad de la cual gozaban a causa de su fama de matonas. Lauren, por su parte, salió en búsqueda de sus propias amigas, en el patio. Al dar con ellas, se reunieron en un abrazo que las abarcaba a todas, a modo de reencuentro.

— ¡Llevamos días sin hablar! ¡Ya no te conozco!— Protestó Ally, incapaz de soltarse del torso de su amiga, al por fin tenerla de nuevo. 

— Fueron sólo dos días. —  Replicó ésta.

— Sí, dos días preguntándonos si estabas bien, o qué pasaba contigo. Tuvimos que escondernos de tu mamá. —  Normani llevó las manos a la cintura, aunque sin poder borrar esa sonrisa de sus labios por verla otra vez. 

— Lo siento, chicas. Fueron unos días muy intensos. — 

— ¿Con quién te quedaste? Mani y yo creímos que estabas en casa de Dinah, pero ella nos dijo que no. 

— No, estuve con Camila. — 

— ¿Fue tan insoportable cómo siempre? — Era evidente que la morocha y la susodicha no se llevaban bien, y no se querían en lo absoluto. Sin embargo, luego de conocer un poco más a Camila, no se atrevería a meterse con ella. Aún le apenaba el estado de esa chica, y lo que tenía que soportar. 

— De hecho, no. Deberían conocerla. — Su respuesta dejó en shock a ambas muchachas, quiénes se observaron entre ellas, riendo. 

— ¿¡Qué dices!? Es la coleguita de Lydia. No quiero conocerla. Y creo que Ally tampoco. — 

— Laur, ella es quién hizo chistes sobre mi estatura cada día desde que llegué a este instituto. Concuerdo con ella, no quiero conocerla. —

  — También se metía conmigo, chicas. Pero me senté a hablar con ella ayer, y me di cuenta de que no es tan mala cómo parece. Sólo... Está pasando un mal momento. —  Al pronunciar estas palabras, se fijó en Camila, quién estaba junto a su mejor amiga hablando con un grupete similar al suyo, al otro extremo del patio. La castaña la miró, pero de inmediato desvió la mirada hacia otro lado. Era de esperarse.  — Además, ella fue quién me defendió de Lydia. —

  — Oh, por cierto, ¿Cómo estás luego de eso? —  La expresión de Ally cambió, para mostrar una leve preocupación por ella. 

— Bien. Aún me duele todo, pero no tanto cómo la primera tarde. Dinah me ayudó a ocultar las marcas. —  

— Parece que ahora te llevas bien con esas dos. — La voz de Normani denotaba celos, lo cual también era bastante común en ella. 

— Lydia me odia. Es bueno tenerlas de mi lado, y no en mi contra. — 

Camila y Dinah fácilmente podían ser un equipo de defensa para Lauren, quién no podía ni cubrirse con rapidez cuando una mano se dirigía a golpearla. Por lástima, no querían tener nada que ver con ella, sin importar lo mucho que hubiese tratado de caerles bien mientras se hospedaba en casa de la primera. 

  Cuando comenzaron las clases, trató de ponerse al día con lo perdido. Completó sus tareas, pidió las hojas faltantes, y volvió a hacerle honor a su título cómo nerd de la clase. Camila, por su parte, se sentó al final para causar problemas. Y se metió con todos, literalmente. Con cada uno de los alumnos en la sala, e incluso con la profesora.