Capítulo 11 [Encontrándote]

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Bill soltó una maldición mientras se detenía y buscaba alguna manera de cruzar al otro lado del barranco, pues para seguir el dichoso hilo atado a su meñique tenía que conseguir cruzarlo.
Miró al rededor, parecía que no había ninguna forma de llegar al otro lado. Miró abajo, era una caída de unos 30 metros, y pese a ser inmortal se rompería al menos unos cuantos huesos si se dejase caer, además, podría ser bueno escalando, pero con los huesos de su cuerpo rotos y curándose de forma lenta no podría hacer mucho. Y tardaría demasiado tratando de escalar ese enorme muro de piedra, de todos modos.
—... Soy un idiota—murmuró al darse cuenta de que tenía aún una opción para cruzar rápidamente. Su control sobre la tierra.
Dio un pisotón, poniendo ambos pies firmes en la tierra y empujando con sus manos hacia adelante. En menos de lo que pensaba ya estaba cruzando aquel firme puente improvisado.
—Eso fue fácil—se encogió de hombros—¿Qué tienes para mi ahora, enano gordo?—se dirigió a la nada y, tal como esperaba, no recibió respuesta. Gruñendo por lo bajo, siguió caminando con aquel tonto hilo como su guía.

Mientras, Dipper trataba de descubrir como atravesar por aquel estrecho lugar en el cual había un Gremloblin durmiendo. Mordió su labio, pues definitivamente tenía que pasar por ahí si quería encontrar a Bill, pero por otro lado, no podía pasar sin acercarse mucho a la criatura y podría hasta incluso ocasionar que se despertase. Y si algo sabía Dipper, era que ahora Bill no iba a aparecer en el momento justo para lograr salvarlo.
Pasando saliva, decidió dar un lento paso adelante, quedándose tieso cuando vio como la gigante criatura se movía. Al ver que no despertaba, soltó un suspiro aliviado y se siguió moviendo de manera muy lenta y silenciosa.
Prácticamente contuvo la respiración cuando pasaba por el estrecho espacio que había, ya justo a la izquierda del Gremloblin. Logró pasar más de la mitad del camino cuando algo sucedió: el Gremloblin empezó a despertar.
Soltando una maldición, Dipper mandó al caño todo y corrió como pudo antes de que la criatura estuviera totalmente despierta. Afortunadamente logró llegar a un gran árbol y se escondió ahí, a tiempo para ver como aquella gigantesca cosa se levantaba, miraba al rededor atontado y se iba dando traspiés por la dirección en la que Dipper había venido. Cerca. Eso había estado muy cerca.
Suspirando aliviado de nuevo, salió de su escondite una vez vio al Gremloblin alejarse lo suficiente y con una mueca se decidió a seguir adelante.

De nuevo con Bill, este ya se había topado de frente con su siguiente obstáculo: una clase de laberinto. O algo así. El hilo se enredaba a través de varios troncos de árboles, impidiendo completamente el paso.
Bill dio un bufido. Al parecer la persona responsable de aquél estúpido laberinto era alguien que conocía bien su gran falta de paciencia.
Se dispuso a seguir el hilo a través de ese gran enredo de árboles y más hilo mientras soltaba una maldición.

Dipper, por otro lado, ya había igualmente alcanzado su segundo obstáculo: parecía una especie de pedestal echo de una piedra fucsia con lo que parecía un cuchillo de caza incrustado en él.
Dipper pensó que tendría que sacar ese cuchillo así que ideó maneras de sacarlo sin necesidad de usar la fuerza que claramente no tenía, pero no importaba con cuantas cosas diferentes probase, no era posible sacar ese cuchillo de aquel pedestal de cristal.
Frustrado, usó su última opción: intentar con su nula fuerza. Posó su mano en la empuñadura y jaló fuertemente; al principio nada sucedió, pero finalmente aquel cuchillo salió y el pedestal se resquebrajó y terminó haciéndose polvo una vez el cuchillo salió por completo.
Dipper examinó el cuchillo y luego con un encogimiento de hombros lo guardó y siguió su camino.

Bill ya había logrado desenredar todo ese hilo y luego de dar vuelvas y más vuelvas estaba de nuevo en camino a ir por Dipper. Algo dentro de él le decía que entre más tardase, sería peor.
Se detuvo una vez vio su tercer obstáculo: una gran roca a mitad del camino.
—¿En serio? Pan comido—Bill intentó mover la roca, pero nada sucedió. Frunciendo el ceño lo intentó de nuevo, nada.
Confundido y de nuevo frustrado, se acercó y la rozó con las puntas de los dedos, logrando sentir sus vibraciones y confundiéndose más al notar que esa cosa no era una roca. O, al menos, no una de esa dimensión.
—Esto será más difícil de lo que creía...

Dipper ahora sabía para qué era aquel cuchillo. Frente a él se encontraba el multi-oso, sí, el mismo al que había intentado eliminar para demostrar su "hombría"... Pero, digamos que lucía un poco... Diferente.
Todos sus ojos estaban vacíos y se movía como si fuese un muñeco controlado por alguien que Dipper no podía ver. Lo cual, en realidad, no era una idea muy alejada de lo que pasaba.
Pasando saliva, Dipper se acercó sigiloso y con cuchillo en mano. El multi-oso se movió tan rápido que Dipper apenas tuvo tiempo de echarse a un lado para esquivar el zarpazo.
Intentó hablar con él, pero por más que intentaba nada funcionaba. Fuese quien fuese la persona que lo controlaba, era poderosa.
Dipper entonces pensó que no tenía otra opción más que pelear para salir de aquél embrollo. Así que lo hizo, con las piernas temblorosas y muchas dudas empezó a esquivar e intentar atacar al multi-oso.
Luego de varios minutos, Dipper ya estaba jadeando y despeinado mientras que el multi-oso seguía sin un rasguño.
Con un gruñido de frustración, Dipper lanzó el cuchillo, soltando un chillido al ver que este le daba al multi-oso justo en el estómago. Al momento se desplomó y se quedó inmóvil.
Dipper decidió que no era buena idea quedarse para descubrir si estaba muerto o no y siguió su camino mientras miraba por última vez hacia atrás y murmuraba un "lo siento".

Bill, luego de mucho pensar e intentar planes inútiles, intentó su última opción: intentar mover esa enorme roca con sólo su fuerza. No funcionó.
Bufó y justo cuando seguía divagando escuchó un sonido que reconocía bien: un Gremloblin. Uno que se acercaba.
Sonrió de lado con una idea en mente y una vez el Gremloblin apareció entre los arbustos, Bill usó su control sobre la tierra para lanzarle una roca pequeña justo en la frente.
El Gremloblin lo miró. Bill le sostuvo una mirada retadora. Esa tonta criatura no le afectaba a él, ya que él no tenía pesadillas. Él era la pesadilla de las personas.
El Gremloblin soltó un alarido y se abalanzó sobre Bill, aunque este dio un ágil salto de último momento a la izquierda y el Gremloblin se dio de cara contra la roca, rompiéndola en pedazos y quedándose aturdido.
—No suelo decir esto, pero gracias—Bill hizo una reverencia y se fue rápidamente por el camino antes bloqueado mientras que el Gremloblin seguía aturdido.
Luego de un rato de caminata llegó a lo que parecía una carpa de circo. Una sonrisa divertida surcó sus labios mientras un recuerdo venía a su memoria y él entraba a la completa oscuridad de la carpa.
—¿Ok...? ¿Qué demonios?—escuchó una voz familiar.
—¿Pine Tree?—Bill avanzó, girándose por las vibraciones de la tierra.
—¡Bill!—una luz se encendió, segando a ambos por unos segundos, seguido de eso ambos vieron al otro en frente suyo, con aquel hilo rojo atado al meñique de cada uno.
—¿Dónde...?
—Felicidades, pasaron las pruebas—interrumpió una voz a Dipper. Bill frunció el ceño, esa voz le sonaba conocida...
—¿Phill?

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Actualicé :0 bueh, bueh, bueh, y lo dejo en suspenso xD ¿será Phill de verdad? ¡Quien sabe!
Pd. Estoy viendo el capítulo 2 de la segunda temporada de Super Lovers. 4 minutos y me estoy cagando de risa.

What's the truth? [BillDip]Where stories live. Discover now